Masacre: SABANAS DE MONTERREY Junio 1966
Víctimas en estos hechos: NO PRECISADO (Asesinadas: 10- Desaparecidas: NO PRECISADO)
En junio de 1966 en Monterrey, Casanare, diez campesinos de la región fueron asesinados a manos de bandidos al servicio del DAS rural, enviados por el coronel Román Bazurto, jefe de aquella organización represiva y sindicado de peculado, falsedad y otros delitos contra el tesoro nacional.
Una comisión llanera denunció ante el ministro de gobierno Pedro Gómez la muerte de JOSÉ VICENTE JIMÉNEZ, CARLOS JULIO GARCÍA, PASTOR BOHÓRQUEZ, ALIRIO SEGUA, JUAN VANEGAS, otros TRES CAMPESINOS que no fueron identificados y DOS HOMBRES más, quienes aparecieron muertos en las sabanas, en linderos del hato La Libertad, de propiedad del actual ministro de agricultura José Mejía Salazar.
Según la denuncia el coronel Román Bazurto dispuso una operación punitiva para vengar heridas causadas a un agente, durante un encuentro de tipo personal y por asunto de faldas. Los bandidos de Román Bazurto se regaron a las sabanas disparando a diestra y siniestra y el principal sector afectado fue Monterrey.
José Vicente Jiménez, padre de seis niños, fue colgado por los asesinos del DAS rural en su propio fundo, durante tres días. Lo expusieron al sol todo el tiempo, lo flagelaron y finalmente lo asesinaron de dos disparos en la cabeza. El crimen fue presenciado por la esposa de Jiménez, a quien después violaron. Dos hijos de Jiménez fueron detenidos en los calabozos del DAS de Monterrey después de la muerte de su padre.
Los demás llaneros, gente de paz, ampliamente conocida en Monterrey, fueron también flagelados por los agentes de Román Bazurto y sus cadáveres arrojados al río Upía. Dos de los cuerpos fueron hallados por pescadores, con las manos todavía esposadas.
En la desembocadura del río Upía, en el río Meta, fueron hallados por los vecinos tres cuerpos en avanzado estado de descomposición y los tres se encontraban esposados.
La comisión llanera también denunció ante el impertérrito ministro de gobierno Pedro Gómez, que ocho llaneros más, de la región de Monterrey, fueron apresados por los gangsters de Román Bazurto y se desconoce su paradero. Generalmente los llaneros que son detenidos por el DAS rural, siempre abusivamente, no aparecen nunca más o aparecen muertos.
Román Bazurto y sus doscientos bandidos, armados con equipos modernos, sostienen la más impresionante industria de abigeato que se haya conocido en el llano colombiano. El DAS rural no tiene departamento de recuperaciones y todos los semovientes retenidos por asuntos investigativos son enviados por Román Bazurto y sus cómplices al hato El Carmen, de propiedad del jefe del DAS rural y comprado con fondos del gobierno nacional.