El jueves 30 de octubre de 1980 en Yacopí, Cundinamarca, unidades del ejército acantonadas aquí dieron muerte, a los pocos minutos de haberlo detenido sin causa justificada, al camarada GILBERTO SOTELO, secretario general de la Juventud Comunista de la región. La tropa rodeó el cadáver y no permitió que persona alguna se acercara a recogerlo, exponiéndolo a ser devorado por los perros y los buitres. Los militares amenazaron con darle bala a quien se acercara a reclamar el cadáver. Versiones de pobladores de la vereda Alsacia, donde fue acribillado el camarada Sotelo, indicaron que su cadáver fue echado en un costal amarrado a un caballo arrastrado y después incinerado.