El 31 de agosto de 1980 en la región de Alto Andágueda, municipio de Bagadó (Chocó), un contingente de policías compuesto aproximadamente por 100 hombres, fuertemente armados, penetró en el resguardo de los indígenas tahamíes embera y la emprendió contra las gentes que se dedicaban pacíficamente a sus labores. El indígena JAIRO RIVERA fue asesinado en su propia casa, donde la policía entró disparando. Otras 4 PERSONAS fueron asesinadas casi en idéntica forma y varios niños se hallan desaparecidos, puesto que, motivados por el pánico de la feroz acción represiva, debieron adentrarse en regiones desconocidas. Los hechos sucedidos en el municipio chocoano presentan graves antecedentes, puesto que la rica zona aurífera es mirada con grandes apetencias por parte de los latifundistas y hay varios funcionarios oficiales involucrados, entre ellos el propio encargado de la división de asuntos indígenas del Ministerio de Gobierno.