En febrero de 1980 en Bogotá, D.C., el agente adscrito a la mal llamada “Defensa Civil”, identificado como Luis Chilatra Tapiero, de placa número 004292, asesinó a FELIX ARTURO PRECIADO MENDEZ, estudiante de 15 años de edad, residente en la carrera 96 con calle 66, barrio Los Alamos, norte de la ciudad. Según las versiones conocidas, el infortunado estudiante se dedicaba a la charla entre amigos junto con Gustavo Vargas, Jorge Hernán Arévalo y otros muchachos habitantes del mismo barrio, cuando sorpresivamente irrumpió la policía en solicitud de “documentos”. Preciado Méndez, temeroso porque no tenía consigo la tarjeta de identidad ni el carné de estudiante, trató de resguardarse en su casa ubicada a unos pocos metros de donde se encontraba con sus amigos, pero el policía aludido hizo fuego, propinándole un balazo en la nuca con orificio de salida en la frente, lo que le ocasionó la muerte instantánea. Hasta el momento de redactar esta denuncia, el asesino, se informó a VOZ Proletaria, no había sido detenido y, por el contrario, continuaba haciendo parte de la patrulla indicada. “Para eso fue que el gobierno promulgó el estatuto de seguridad, para que esos malditos asesinos maten al pueblo, diciendo después que eran subversivos o que fueron atacados”, dijo indignado un testigo presencial de los hechos a éste órgano periodístico.