En 1980 en Mariquita, Tolima, fue asesinado cobardemente un luchador sindical del magisterio, compañero RODRIGO CALDERÓN VÁSQUEZ, quien apareció muerto en el balneario “La Picota” con señales de tortura.
Relata la fuente: “En un año de represión militar a mariquita le ha correspondido una alta cuota: el asesinato del ganadero José Vicente Camelo, allanamientos y más de 100 detenciones con un saldo todavía de 20 compañeros en las cárceles de La Dorada y Manizales, cuya justificación es la de “confesiones” arrancadas bajo torturas y el chismorreo de los servicios de inteligencia que hacen su aparición como “cacharreros, negociantes, locos, etc.”. En la última etapa se ha agudizado la represión en Mariquita y ha adquirido formas tremendas: la violación de los militares a la señora Ana Lastenia Guzmán, viuda de Rojas, con el fin de arrancarle “confesiones”, el asesinato de un luchador sindical del magisterio, compañero Rodrigo Calderón Vásquez, con quien celebramos el Primero de Mayo y colaboraba en la preparación del Segundo Paro Civico Nacional. Llama la atención que precisamente las fuerzas tenebrosas, interesadas en liquidar al movimiento popular, hayan puesto en circulación el cuento de que fueron “vendedores ambulantes” y “gente lumpen” quienes asesinaron a estos luchadores populares. En el caso del profesor Calderón, este apareció muerto en el balneario “La Picota” con señales de tortura. Y luego aparece el compañero Rodulfo Rodríguez con un tiro en la frente. ¿Por qué la delincuencia común apuntando contra los revolucionarios, será posible que valerosísimos cuadros de las características anteriormente anotadas sean víctimas de la delincuencia común? ¿O será que los campeones en crear condiciones especiales para la represión pretenden hacerle creer a gentes inocentes que la solución está en crear más bases militares?”.