El 30 de mayo de 1990 en Rionegro, Santander, el propietario del establecimiento Coquivacoa EMILIO HERRERA ESPARZA de 41 años, su esposa AURA MARIA GONZALEZ HERRERA de 45 años y su hijo ALBERTO HERRERA GONZALEZ de 20 años, fueron asesinados por sujetos que se movilizaban en una camioneta Ranger, en zona rural de la localidad. Relata la fuente:” Las agresiones de los paramilitares se reanudaron en marzo y se presentaron hasta el mes de agosto de 1990”.