Hernando Rondón Jimenez

Fuente: PROYECTO COLOMBIA NUNCA MÁS
1. Celador
1. Líder comunitario -
Hechos
El 10 de mayo de 1990 en Piedecuesta, Santander, el celador HERNANDO RONDÓN JIMENEZ, salió de su casa a las 9:00 p.m. hacia su sitio de trabajo. Cuando transitaba por la carrera 18 con calle 8ª, en el barrio Cabecera del Llano, entre las 2:30 y 3:00 de la madrugada un grupo de hombres armados le dispararon; las únicas armas que tenía Hernando eran un puñal y un bolillo de dotación que le había dado la Defensa Civil. Hernando quedo herido y alcanzo a correr media cuadra donde murió. Su cuerpo fue encontrado hacia las 5:00 a.m. Los vecinos del lugar aseguraron haber visto en el lugar en horas aproximadas a los hechos, una camioneta de color blanco con cuatro hombres armados y vestidos de civil y dos horas antes a una patrulla de la policía.
Relata la fuente: “El 26 de diciembre de 1989, HERNANDO RONDON JIMENEZ y su hijo HERNANDO RONDON JEREZ, fueron detenidos por personal de la SIJIN después de un allanamiento que realizaron en horas de la madrugada en la residencia de ambos, ubicada en la calle 7 No. 11-43 del barrio Cabecera del Llano. La justificación dada para la aprehensión de los Rondón consistió en la supuesta vinculación que existía entre ellos y el ELN, ya que habían sido relacionados en una investigación adelantada en contra de Maria Eugenia Acosta y Josefina Delgado por el presunto delito de rebelión. Sin embargo, nunca se allegó una orden judicial para los procedimientos empleados con los detenidos. Además, las autoridades argumentaron haber incautado gran cantidad de armamento, sin haberse encontrado rastro alguno de ninguna clase. Sin embargo eso fue lo que los agentes estatales afirmaron frente a los medios de comunicación.
Hernando Rondón (Padre) fue dejado en libertad después de 34 días al no comprobársele ninguno de los cargos que le imputaban, pero su hijo pagó una condena de dos años. Poco tiempo después de su liberación, individuos vestidos de civil lo siguieron y hostigaron; inclusive en una ocasión un hombre en estado de embriaguez, le dijo que tenía orden de asesinarlo por ser guerrillero. Ese mismo día en el municipio de Girón, los captores de los Rondón detuvieron a cinco personas, todos miembros de una misma familia, dentro de las que se encontraban menores de edad, bajo las mismas sindicaciones hechas a aquellos. Posteriormente los pusieron a órdenes de una autoridad competente, cuando ya habían pasado 3 días después de la aprehensión.
La persecución de Hernando culminaría con su muerte: El 10 de mayo de 1990, entre las 2:30 y 3:00 a.m. Hernando fue asesinado por hombres armados en el barrio Cabecera del Llano. La víctima, quien era celador, salió de su casa a las 9:00 p.m. hacia su sitio de trabajo, cuando transitaba por la carrera 18 con calle 8ª entre las 2:30 y 3:00 de la madrugada un grupo de hombres armados le dispararon; las únicas armas que tenía Hernando eran un puñal y un bolillo de dotación que le había dado la Defensa Civil. Hernando quedo herido y alcanzo a correr media cuadra donde murió. Su cuerpo fue encontrado hacia las 5:00 a.m. Los vecinos del lugar aseguraron haber visto en el lugar en horas aproximadas a los hechos, una camioneta de color blanco con cuatro hombres armados y vestidos de civil y dos horas antes a una patrulla de la policía.
Los vejámenes a los que Hernando fue sometido por la fuerza pública y que finalmente le acarrearon la muerte, eran parte de un plan que tenia como fin ultimo el acallar su actividad de liderazgo en pro del bienestar de la comunidad. La forma en la que fue asesinado pone de manifiesto el empleo de la violencia irregular por parte de los organismos estatales con el fin de impedir que se develara su responsabilidad en las ejecuciones y seguimientos de los líderes cívicos y populares.
A continuación hacemos referencia al importante papel desempeñado por Hernando y que lo condujo irremediablemente a la muerte:
Hernando Rondón Jiménez
Persona de reconocido interés por colaborar en el mejoramiento de su comunidad, pertenecía a la Hermandad de Jesús el Nazareno en la cual ocupaba el cargo de tesorero, siendo reconocido ampliamente en el ámbito social de Piedecuesta. Hacía parte además de la Cooperativa de Celadores Independientes de Santander y de la Defensa Civil. Su esposa lo describe como un buen esposo y padre de familia ejemplar.
Tanto él como su hijo fueron detenidos inicialmente por miembros de la SIJIN, acusados de militancia subversiva. Ante la falta de pruebas sobre la inexistente vinculación con dichas actividades, Hernando fue dejado en libertad, pero su hijo siguió detenido. Tiempo después de su reclusión, el reconocido personaje de la localidad fue asesinado.
Natividad Jerez, cónyuge de Hernando, en una misiva enviada al representante del ministerio público de Bucaramanga, recoge en pocas palabras las dramáticas condiciones en que quedo después del crimen de su marido, lo que llevó a varias organizaciones sociales a solicitar la solidaridad y colaboración de las personas en general para con ella. Natividad manifestó: “Como ciudadana colombiana que ama la vida, nuevamente me acojo al derecho y a la a ley como persona que me otorga pidiendo que se investigue y castigue a los responsables, ya que a Hernando le han privado del más sagrado y fundamental de los derechos, como EL DERECHO A LA VIDA y luego quedamos en una situación de extrema pobreza, pues dependíamos económicamente de su trabajo.” ( FUENTE: Denuncia presentada ante el Procurador Regional de Santander, por Natividad Jerez. Bucaramanga, 11 de mayo de 1990; Comité de Solidaridad con los Presos Políticos CSPP (Seccional Santander). Saludo a las organizaciones sociales de Bucaramanga, Bucaramanga. Junio 12 de 1990).
Fuentes:
- 1. PROYECTO COLOMBIA NUNCA MÁS ZONA 5ª - Comisión de Crímenes de Lesa Humanidad 1966-1998 • BUCARAMANGA Y ÁREA METROPOLITANA: EL ASEDIO DE LA REPRESION, 1966 – 1998