El 19 de julio de de 1977 en Florencia, Putumayo, en desarrollo del paro cívico en la ciudad, fue asesinado por militares el trabajador HÉCTOR RAMÍREZ ALONSO, padre de seis hijos, quien fue sorprendido por la balacera cuando salía de su trabajo. Recibió un tiro de fusil, siendo luego rematado a patadas y culata, a decir de sus familiares. Agregaron los informantes que el ejército secuestró el cadáver durante 24 horas, obligando después a sus deudos a que lo trasladaran a Neiva en donde fue finalmente sepultado, con el propósito de que el pueblo florenciano no se enterara. El cadáver fue trasladado en un helícoptero militar. Las mismas fuentes informaron que los heridos son muchos, entre ellos un niño de solo 9 años de edad.