Masacre: CIMITARRA 24-Mar-76
Víctimas en estos hechos: 3 (Asesinadas: 3- Desaparecidas: 0)
El 24 de marzo de 1976 en Cimitarra, Santander, miembros del Ejército que iban al mando del Capitán Luis Eduardo Charry acantonados en el aeropuerto municipal torturaron y asesinaron a los campesinos ANTONIO GALVIS, MOISÉS GUZMAN, de 19 años de edad, y ADOLFO GUZMAN GALEANO.
Los militares llegaron a la casa de Antonio, luego de registrar la vivienda y maltratar a su esposa e hijos, lo llevaron a un lugar distante donde fue torturado y posteriormente acribillado con arma de fuego. Moisés y Adolfo fueron sacados de su casa, llevados lejos de allí y torturados durante más de dos horas, luego conducidos al lugar donde habían asesinado a Antonio y obligados a pisotear la sangre de éste. Adolfo fue sometido a la tortura del cepo consistente en que la víctima rodee con sus brazos y piernas un árbol, sus piernas son echadas hacía atrás y sus pies volteados hacia adentro a la fuerza para posteriormente sentarlo sobre ellos, quedando así los testículos fuertemente presionados contra el palo y las articulaciones de la rodilla y los tobillos descompuestas, posición en la cual es físicamente imposible pararse por sus propios medios. Esta tortura fue repetida durante más de cuatro horas mientras le decían que ''cantara''. Posteriormente lo soltaron del árbol vomitando sangre, paralítico e inconsciente. En las horas de la tarde intentaron someter a Moisés a las mismas crueles torturas, pero éste se negó a dejarse hacer lo mismo y entonces el Teniente disparó varias veces su fusil contra Moisés, quien murió instantáneamente en presencia de su hermano y otros campesinos que estaban detenidos allí mismo. Posteriormente fue asesinado Adolfo.
Los militares sacaron los cuerpos de los tres campesinos. Al de Antonio le colocaron al cinto una granada y un revólver y fue llevado a Cimitarra; mientras que los de Moisés y Adolfo fueron entregados a sus familiares en Landázuri.
El Alcalde de Cimitarra Jaime Alberto Betancur informó telefónicamente a Bogotá que ''en una heroica actuación de las Fuerzas Militares de su jurisdicción habían sido dados de baja tres guerrilleros en la hacienda del prestigiosos ganadero Demetrio Valbuena''. El allanamiento, detención y torturas de las víctimas obedeció a la denuncia instaurada por el hacendado Demetrio Valbuena en la que acusaba a los campesinos de extorsionistas.