Jaime Pardo Leal

Fuente: JUSTICE FOR COLOMBIA
1. Abogado
1. Defensor de Derechos Humanos - CPDH Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos
Hechos
El 11 de octubre de 1987 el abogado y líder político de la Unión Patriótica, JAIME PARDO LEAL, fue asesinado al regresar de La Mesa, municipio de Cundinamarca a Bogotá. JAIME en desarrollo de una operación militar encubierta fue interceptado cuando se movilizaba en un modesto campero con su esposa, Gloria, y sus hijos Ivan, Edison y Fernando quienes resultaron lesionados levemente.
Relata la fuente: “Veníamos de la finca, de una finquita que teníamos en Mesa, Cundinamarca, él estaba feliz, le gustaba mucho ir a la finca. Salimos a las tres y media de la tarde con un clima muy lindo, y faltando un cuarto para los cuatro, nos igualó un carro en la carretera...” recuerda Gloria Flores, su viuda.
El vehículo en el que viajaba la familia Pardo Flores, era conducido por Jaime. Llevaban quince minutos de haber salido de la finca, cuando el auto fue sobrepasado por otro vehículo del que se asomó un individuo lanzando insultos. -“Jaime no pensó que se trataba de sus asesinos, sino que probablemente se debía a alguna imprudencia que había cometido como chofer -cuenta Gloria- Minutos más adelante, el carro fue nuevamente alcanzado por otro vehículo que le pitaba en forma insistente. “Nos sobrepasaron- cuenta Fernando, uno de los hijos de Jaime – y en el momento en el que estaban a la misma altura de nosotros, le dispararon a mi papá. Yo venia recostado en las piernas de mi mama… y…lo otro… es muy doloroso”
Jaime, al recibir los impactos de bala en la cabeza, se desgonzó sobre el timón, y el carro quedó a la deriva. Los sicarios los adelantaron y siguieron disparando contra el vidrio panorámico haciendo blanco nuevamente en el cuerpo de Jaime. Gloria, al verlo que sangraba por boca, nariz y oídos, frenó el carro, dejó a Jaime recostado sobre la silla y se bajó ensangrentada a pedir auxilio, pero ninguno de los carros que pasaban por la vía paró a socorrerlos. Por el contrario, la gente le gritaba que se volviera a subir al carro porque de pronto regresaban y los remataban. Un amigo de Jaime, miembro también de la UP que viajaba con ellos, con la ayuda de Gloria bajaron a Jaime del carro y lo pasaron a la parte trasera. Todavía estaba con vida. La señora Pardo encendió nuevamente el carro, echó reversa y a toda velocidad se dirigió al municipio más cercano, el mismo que habían dejado apenas media hora atrás. En medio de la prisa y el nerviosismo, perdió el control del vehículo, se estrelló y fue a parar a una cuneta, resultando heridos ella y los niños. Instantes después, pasó por allí un bus en la misma dirección. El chofer, al darse cuenta de la emergencia, se detuvo y dos hombres se bajaron para ayudar a la familia y subir el cuerpo de Jaime al bus. De inmediato se dirigieron al Hospital de La Mesa, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde. Según informó el médico que los atendió, Jaime llegó descerebrado y minutos después, falleció” (1).
Información Personal
JAIME PARDO LEAL fue el candidato presidencial de la Unión Patriótica, movimiento surgido de los acuerdos de la Uribe con las FARC, con la participación de fuerzas políticas legales, en 1984; compitió en el debate presidencial del 86, obteniendo un respaldo de trescientos cincuenta mil votos, alrededor del 6 % del total de los votos, que dieron como presidente a Virgilio Barco Vargas. Por tan exigua votación las elites regionales, con el apoyo de militares y paramilitares arremetieron contra la Unión Patriótica y asesinaron a cuatro mil de sus integrantes y empujaron a las FARC a un nuevo ciclo de violencia, de la cual hoy veinte años después se siguen sintiendo sus estragos.
Jaime Pardo era un hombre de cuna humilde, su padre y su madre, campesinos de Ubaque, Cundinamarca. Sus padres eran gente del campo, de levantarse de madrugada y sudar duro para el sustento de la familia, lo que marco profundamente a Jaime, quien por esfuerzo propio y familiar pudo estudiar derecho en la Universidad Nacional, en los años sesenta. Jaime desarrolló una carrera de jurista brillante, donde siempre descolló por su carácter humano, su sencillez y alegría.
Se interesó por la organización gremial de los trabajadores de la rama judicial y fue firme promotor de sus luchas y reivindicaciones, defendió con tesón tres derechos fundamentales de los trabajadores: el derecho de asociación, de negociación y de huelga, derechos muy apreciados para quienes disputaban sus aspiraciones en medio de un capital sin talanqueras ni controles, Pardo Leal, siempre sostuvo en su corazón, las reivindicaciones de los más débiles.
Cuentan que en su condición de maestro de derecho de la Universidad Nacional, al terminar la clase decía: “invito a dos de ustedes a almorzar a mi casa, levanten la mano y vámonos”, quizás era ese recuerdo de hambrunas juveniles, que lo irritaban y empujaban en su rebeldía. Tengo la convicción profunda que Jaime Pardo Leal nunca en su vida empuño un arma, pero respetaba a quienes se habían levantado en rebelión armada desde los años cincuenta. Pardo Leal consideró que un movimiento como la Unión Patriótica era la puerta de entrada para atraer a la vieja guerrilla a un nuevo momento de la vida colombiana, con reformas, inclusiones y garantías de participación, pero la tozuda realidad lo contradijo, perdió la vida junto con otros miles de colombianos y colombianas y es una herida que sigue abierta.
El exterminio de todo un movimiento político que actuaba en la legalidad y que trataba de ayudar a construir un acuerdo de paz fue posible por la falta de acción del Estado, peor aún en muchas regiones el Estado local ayudó al exterminio y desde Bogotá, no hubo ni voluntad ni capacidad de parar la mano asesina, integrada por una confluencia de narcos, terratenientes, políticos que veían amenazados sus feudos, espíritus intolerantes, esta macabra confluencia sumió a muchas regiones en orgías de sangre como Urabá, Meta, Antioquia por mencionar solo tres. Aunque también desde la orilla de las FARC faltó decisión de ir a la paz y las elites tampoco hicieron ofertas concretas para construir con ellas un pacto de paz.
Jaime Pardo Leal junto con Bernardo Jaramillo Ossa, quien también fue candidato presidencial por la Unión Patriótica y luego asesinado en marzo de 1990 son las figuras de un movimiento que fue aniquilado, que le dio nuevos bríos cabalgando en borrascas de odio a las FARC, para continuar su alzamiento armado, una tragedia que poco a poco se ha ido conociendo en sus detalles macabros, y que el Estado Colombiano, aún no atina a reparar y continua con una defensa terca en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que raya en la ofensa, al no ser capaz de conciliar con los sobrevivientes de la Unión Patriótica y sus víctimas, un acuerdo digno, de entereza, de gallardía, que sea capaz de reparar y asumir a plenitud sus responsabilidades por acción y por omisión, al no haber impedido semejante barbarie (Fuente: RECORDANDO A JAIME PARDO LEAL - Corporación Viva la Ciudadanía
Luis Eduardo Celis- Corporación Nuevo Arco Iris Octubre 12 de 2007)
Fuentes:
- 1. JAIME PARDO LEAL (28 DE MARZO DE 1941 -11 DE OCTUBRE DE 1987). A LOS 23 AÑOS DE SU ASESINATO - Agencia Prensa Rural, Lunes 11 de octubre de 2010