Profesión: 1. Ingeniero Industrial (Institución: Universidad de América)
Afiliación política:1. M-19
Fecha:1987-06-01
Tipo Victima:Asesinato
Departamento:Santander
Municipio:Curití
Presuntos responsables:
1. Autor Estatal no precisado
Hechos
Víctimas en estos hechos: 2 (Asesinadas: 2- Desaparecidas: )
El 28 de mayo de 1987 en Bogotá, D.C., agentes del estado Colombiano secuestraron cuando salían de las instalaciones del aeropuerto El Dorado a los militantes del M-19, GERARDO QUEVEDO COBOS, de 38 años, ingeniero industrial, y a su compañera MARÍA DEL PILAR ZULUAGA ÁVILA, 28 años, trabajadora social. El 6 de agosto 1987 fueron identificados sus cuerpos, enterrados como N.N. porque no llevaban identificación, en la vereda Llanos de Navas del municipio de Curití (Santander); su muerte violenta se había producido el 1° de junio anterior. Según testimonios: “los dos cuerpos tenían 12 impactos de bala de pistola calibre 45" (Fuentes: CPDH COMITE PERMANENTE POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS - Itinerario de la Represión y la Violencia Institucionalizadas • Colombia 1987 / In Memoriam : María del Pilar Zuluaga - oigahermanohermana.org, 21 enero 2015)
INFORMACIÓN PERSONAL
Gerardo, ingeniero industrial, era un hombre muy querido, simpático y solidario. Su ingreso al “eme”, según algunos de sus compañeros, fue para ocuparse de las relaciones internacionales. Nunca como combatiente.
María del Pilar, comunicadora social, había sido presentadora de una noticiero de televisión y se vinculó a esta organización después de que su hermano resultó muerto en un ataque de ese grupo al Batallón Cisneros de Armenia.
Se encontraron por casualidad en esa militancia y se enamoraron perdidamente, por eso la dirigencia les permitía que desarrollaran su trabajo de manera conjunta (fuente: Hasta que la muerte los separe: crímenes contra parejas - Razonpublica.com)
«Entre muchos o cientos está ella, mi hija, y fluye en mi recuerdo su imagen de contextura frágil, la intensidad azabache de su cabello largo, la diáfana expresividad de sus ojos oscuros. Pero preponderantemente, doblando su estatura y liderando su interioridad, prevalece ese, su colosal compromiso por la vida. ¡Impostergable, ineludible e indeleble! Compromiso de amor que a través de esos cientos de mujeres y hombres trascendió el presente y se volvió bandera, se volvió razón y presencia perenne, voluntad, determinación de paz y convivencia» (Fuente: In Memoriam / María del Pilar Zuluaga - oigahermanohermana.org, 21 enero 2015)