El 31 de mayo de 1987 el comerciante JOSÉ ALFREDO JARAMILLO de desplazaba a bordo de una buseta de la empresa La Costeñita de Bosconia a Curumaní, cesar, con dos y medio millones de pesos, destinados a la compra de maíz y sorgo. Una patrulla de la policía practicó en el sitio denominado El Inturco una requisa y al ver que el comerciante portaba la suma de dinero anotada lo detuvo sin razón alguna. El comerciante fue dado por desaparecido, ante lo cual su hermana Claudia Adriana con colaboración del DAS reunió pruebas que señalan como culpables a los uniformados. El cadáver del comerciante fue encontrado en un paraje de Chiriguaná.
Los autores del hecho son el cabo primero Gualberto Cárdenas Correa y de los agentes Rafael Antonio Lara Contreras, David Rodríguez Valero, Wilmer Tascón Medina, Hernando Henrique Lauza Padilla, Carlos Alberto Gutiérrez Cárdenas, Carlos Alberto Romero Hernández, Luis Eduardo Muñoz Castillo, Neiser Rafael Peñalosa López, Jacobo Alfredo Cruz Arévalo y José Leonardo Benavidez Campo.
Los militares fueron sentenciados a la pena individual de cinco años de presidio por secuestro y hurto, pero no por asesinato. En diciembre de 1988 en un segundo consejo verbal de guerra, los uniformados fueron absueltos, debido a la falta de pruebas.