En la madrugada del 19 de marzo de 1987 en Bogotá, D.C., miembros de una patrulla del F-2 que se movilizaban en un automóvil BMW de placas 7011AP de color blanco y de propiedad del coronel García Rodríguez asesinaron a LUIS EDUARDO BOTTÍA, trabajador de 35 años.
Relata la fuente: "Según testigos sobre las 5 y 15 de ese frío amanacer de marzo a Luis Eduardo lo trató de atropellar el vehículo en mención mientras se apeaba de una buseta, de inmediato los cuatro ocupantes descendieron a corta distancia para regresar a pié y como el ciudadano protestaba lo golpearon.
Con lo que no contaban los agresores era que el trabajador Bottía estaba acostumbrado a vérsela con las inmensas tuberías de las compañias petroleras donde trabajaba de técnico en plomeria y como intentó defenderse, aprovechando su curpulenta humanidad de los cuatro del F-2, que nunca se identificaron, el agente Fernando Muñoz Rincón le disparó mortalmente su ametralladora en el corazón, brazo y mano con la que trató de parar seguramente las balas oficiales".