El 30 de septiembre de 1990 en Trujillo, Valle del Cauca, falleció por pena moral, ANTONIO JOSÉ ALVEAR. Relata la fuente: "El COMITÉ registra que hubo varias personas que fallecieron a causa de pena moral, al ser profundamente afectadas en su salud psíquica y física como consecuencia de los crímenes de que fueron víctimas sus familiares cercanos. El COMITÉ considera que aunque no se pueden identificar móviles ni agentes activos directos, su relación con los hechos es evidente y por tanto, ni el Estado colombiano ni la Comisión Interamericana de Derechos Humanos deben ignorar esta dimensión de los Sucesos Violentos de Trujillo sino pronunciarse ante ella y determinar niveles de reparación moral"