Alfonso Borda
Fuente:
1. Obrero
Hechos
Víctimas en estos hechos: 2 (Asesinadas: 2- Desaparecidas: )
El 24 de mayo de 1945 en Tunja, Boyacá, el estudiante del Colegio José Joaquín Ortiz, EDUARDO GONZÁLEZ y un obrero de nombre ALFONSO BORDA, fueron asesinados por la policía durante las protestas estudiantiles en mayo y junio de 1945.
Relata la fuente: "Para lograr la salida del liberalismo del poder, los conservadores motivaron a los estudiantes de instituciones religiosas a realizar protestas en Tunja, Bucaramanga y Pamplona, en solidaridad con sus pares bogotanos, quienes venían denunciando la supuesta injerencia del comunismo en el manejo de los asuntos educativos del país.
Las protestas fueron ganando fuerza, y en una de las refriegas entre estudiantes y la policía en Tunja, el 24 de mayo resultó muerto el estudiante del Colegio Ortiz, Eduardo González, y un obrero de nombre Alfonso Borda. Fue precisamente en el asesinato de un estudiante conservador, cuando los seguidores de Laureano Gómez vieron la oportunidad que tanto estaban esperando para cobrar cuentas con el liberalismo. Por fin tenían su propio 8 de junio conservador, y como era de esperarse, pronto comenzaron a hacer uso de la muerte de Eduardo González, quien fue definido sin titubeos como el estudiante mártir (1), y convertido en el nuevo referente de los estudiantes del país:
Eduardo González, fusilado por el régimen en una de las calles de Tunja, es el símbolo del estudiantado colombiano, que como respuesta a sus justos clamores, recibe una descarga de fusilería.
El nombre de este estudiante vivirá siempre en la memoria de sus actuales y futuros compañeros a modo de elocuente demostración de cómo actualmente se solucionan los problemas públicos y de cómo entiende este gobierno el respeto que le merece la inviolabilidad de la vida de sus ciudadanos.
Y en una especie de pulso por las memorias, cuestionaba el comportamiento de la prensa liberal ante el suceso sangriento de Tunja: ''Esa prensa que a diario recuerda los sucesos de las Bananeras, que fueron un claro intento de subvertir el orden público, y la muerte de Gonzalo Bravo Pérez, cuando los sucesos del ocho de junio, ha preferido en esta ocasión enmudecer para no tener que censurar tan estéril como increíble asesinato''.
1)Desde un principio, la prensa liberal puso en duda la responsabilidad de la policía en la muerte del estudiante y el obrero. La prensa conservadora, por su parte, tenía gran interés en promover esa acusación y trató de hacer parecer lo más que se pudiera lo sucedido en Tunja en 1945 con lo ocurrido en Bogotá en junio de 1929. Por eso, el manejo dado a la noticia por los conservadores evocaba la forma como los diarios liberales habían registrado la muerte de Gonzalo Bravo Pérez en junio de 1929. Llama la atención que el estudiante asesinado no hiciera parte desde entonces del martirologio estudiantil, y, por ende, no hubiese sido reivindicado posteriormente por las nuevas generaciones estudiantiles. De hecho, hoy su nombre es completamente desconocido, a diferencia del de Gonzalo Bravo Pérez. El asunto tiene que ver, desde luego, con los criterios políticos de selección y construcción de la memoria social".
Fuentes:
- 1. EL 8 DE JUNIO Y LAS DISPUTAS POR LA MEMORIA, 1929-1954 - José Abelardo Díaz Jaramillo