El 3 de marzo de 1988 en Chígorodó, Antioquia, un grupo paramilitar asaltó tres buses en la ruta Turbo - Medellín, en el corregimiento de Guapá, secuestrando a OCHO MILITANTES del movimiento "A Luchar", quienes se dirigían a cumplir con obligaciones de tipo sindical; algunos de ellos eran miembros de SINALTRAFRUIT, uno de los sindicatos de las empresas de banano. Todos los activistas son luego asesinados por los paramilitares. Sus caras y cuerpos fueron desfigurados con ácido. Fueron identificados PETRONILO PALACIOS, dos campesinos de apellido BLANQUISET, y los jóvenes OMAR HINESTROZA y MANUEL BLANQUICET, miembros del Consejo estudiantil del Instituto de Educación Media (IDEM) de Chigorodó, quienes fueron inicialmente enterrados en una fosa común como personas sin identificar y reconocidos sucesivamente en la diligencia de exhumación (1).
En marzo de 1988 los militantes de A Luchar, PETRONILA PALACIOS, JUAN BLANQUICET, su hermano, N. BLANQUICET, OMAR HINESTROZA, JUAN ARROYO, EDWIN MANOTAS y DOS PERSONAS no identificadas, fueron detenidos desaparecidos en la vía de Urabá a Medellín cuando se dirigían a un evento regional de ¡AL!. Posteriormente fueron encontrados asesinados (2).
El 4 de marzo de 1988 según testigos de la época, aparecieron asesinados en el sitio Guapá de Chigorodó, 7 personas que habían sido retenidas por el ejército dos días antes cuando cuando viajaban en un bus de transporte público hacia Medellín. Sus caras y cuerpos fueron desfigurados con ácido. Dos de las víctimas eran miembros del Consejo estudiantil del Instituto de Educación Media (IDEM) de Chigorodó: OMAR HINESTROZA y MANUEL BLANQUICET. Inicialmente fueron enterrados en una fosa común como personas sin identificar, pero luego, en diligencia de exhumación, se reconocieron los cuerpos de los dos jóvenes mencionados.
El mismo día, 4 de marzo de 1988, según activistas de derechos humanos de la época, hubo otras masacres en el eje bananero de Urabá. En total, fueron asesinadas 42 personas. Fuera de las masacres de Turbo y Chigorodo, hubo otra en Apartadó y 5 asesinatos en Carepa, lo que hizo que los habitantes de la región llamaran ese día “el viernes negro”. Los entierros de varias de las victimas condujeron a protestas contra el Ejército a tal punto que hubo retenes populares para evitar el paso de los militares. La propuesta de los trabajadores era que la velación de los cadáveres se hiciera en la via principal de Apartado. Finalmente, la administración municipal logro que la gente aceptara que la velación se hiciera en la iglesia local (3).
Con información de: 1) JOSÉ EDUARDO UMAÑA MENDOZA - Informe sobre la situación de Derechos Humanos en la región de Urabá, Julio 1988 / 2) ¡A LUCHAR!: LOS PERÍODOS, LAS RAZONES DE SU AGOTAMIENTO; LISTADO (PARCIAL) DE VÍCTIMAS - Movimiento Político A Luchar - John Freddy Caicedo-Álvarez (http://es.calameo.com/read/0048814674247ee25a864) / 3) COMISION ANDINA DE JURISTAS Informes regionales de derechos humanos: Urabá. Bogotá 1994