Isabel Amaya Gaitán

Fuente:
Hechos
Víctimas en estos hechos: 2 (Asesinadas: 2- Desaparecidas: )
El 29 de mayo de 1970 en la zona de Planas, municipio de Puerto Gaitán, miembros del Ejército asesinaron a CRISTINA DE GAITÁN y a ISABEL AMAYA, de dos años de edad, indígenas guahibos.
Relata la fuente: “La presencia de los militares en la zona causaba temor en las familias indígenas, que ante estos operativos huían hacia la selva abandonando los caseríos junto con sus pertenencias y cosechas. Algunos de ellos eran asesinados o heridos, entre ellos mujeres y niños que asustados por la presencia de los militares y las órdenes de alto, corrían y eran alcanzados por las balas que disparaban los victimarios, con la disculpa de que se trataba de alzados en armas que estaban tratando de escapar. Uno de estos casos fue el ocurrido el 29 de mayo, cuando miembros del Ejército asesinaron a dos mujeres e hirieron a otra dejándola paralítica. Los hechos ocurrieron a las 6:00 de la mañana, cuando los militares rodearon las malocas indígenas en Cumarito.
Hernando Gaitán, al darse cuenta del operativo, logró escabullirse hacia la selva junto con su familia y otras personas; estando allí en la selva se dispersaron para evitar ser perseguidos por los militares. Luego Hernando escuchó algunos disparos; comenzó a buscar a su esposa Cristina y a su hija Hilda de 10 años, hasta que finalmente al medio día encontró el cadáver de su esposa junto al cadáver de Isabel Amaya de tan solo dos años de edad, pero su hija no estaba- Al día siguiente el ''parte'' de guerra del ejército decía: ''En la noche de ayer se tuvo contacto con el enemigo..-Por los rastros encontrados en el sitio de la acción se supone que hubo bajas enemigas...''.
Hilda Gaitán fue encontrada posteriormente. Había sido herida de un disparo en el muslo derecho, el cual le perforó el hueso dejándola paralizada. Posteriormente, el 10 de septiembre del mismo año, una comisión que viajó a la zona conformada por el Ministro de Defensa, altos mandos militares, periodistas y algunos religiosos que habían denunciado los crímenes que venían cometiendo las autoridades civiles y militares contra los indígenas, pudo constatar la parálisis de la niña y la herida que aun no sanaba. Cuando uno de los religiosos preguntó que cómo podía ocurrir tal atrocidad, el Mayor Álvarez, del Ejército, le respondió: ''Pero padre, si guerra es guerra; cómo quiere usted que el ejército no se defienda si las flechas también matan''.
En la misma incursión los militares obligaron a salir de las chozas a los indígenas que no habían podido ocultarse, les quitaron las flechas, sus chinchorros y lodo lo que servía; golpearon a algunos de los presentes y luego se llevaron a los hombres para un puesto militar”.
Fuentes:
- 1. COLOMBIA NUNCA MÁS Violencia contra los Indígena: Aceptación social del exterminio - Capítulo I Caso Planas