El 8 de abril de 2001 en Buenos Aires, Cauca, paramilitares bajo la etiqueta de “Bloque Farallones de AUC”, con apoyo del las autoridades del Estado y el ejército nacional ejecutaron a 46 PERSONAS en la región del Alto y Bajo Naya, ubicada en el norte del Cauca (municipios de Buenos Aires y López de Micay) y sur occidente del Valle del Cauca (municipios de Buenaventura y Jamundí). La mayoría de las víctimas fueron degolladas con machetes y motosierras.
Las víctimas registradas fueron: LUIS OMAR APONZÁ, NOÉ MINA CARABALÍ, WILLIAM ANACONA, ÓSCAR N. , NELSON N., N KIRIGUANÁ, N KIRIGUANÁ, MERY TAQUINAZ YULE, MANUEL TAQUINAZ YULE, CARLOS N., MANUEL HINGUANÁ, WILSON CASOS GUETIA, LUIS IPIA, LUIS ARNOLDO CONDE, JOSÉ MURIEL MINA CARABALÍ, JOSÉ EIDER GÓMEZ, JORGE VALENCIA IPIA, JORGE ORLANDO SÁNCHEZ, ALEXANDER SERENA QUINA, ANTONIO JESÚS IPIA, ANTONIO RAMOS, MANUEL KIRIGUANÁ, GUILLERMO ALDANA, AUDILIO RIVERA, CAYETANO CRUZ GARCÍA, EVELIO GUETIO GUEJIA, ESTEBAN DELGADO, FABIAN DELGADO, EDGAR TAQUINAZ YULE, DANIEL SUÁREZ BLANCA, HERNEY QUITUMBO, HENRY APONZÁ, ORLANDO CABRERA, GUILLERMO TRUJILLO GÓMEZ, WILSON APONZÁ, GONZALO SUÁREZ, GONZALO OSORIO LÓPEZ, GLADYS LUCERO IPIA, FREDDY SUÁREZ, FLOR TIZU, FERNANDO TAQUINAZ YULE, ROLANDO CASTAÑEDA AMBULA, BLANCA FLOR DISON DAGUA, HUMBERTO ARIAS OSORIO, WILLIAM RIVERA.
El recorrido del grupo paramilitar se inició en horas de la noche luego de que en el corregimiento El Ceral ejecutaran a GLADYS LUCERO IPIA, cuyas manos y cabeza fueron cortadas con una motosierra y quien había sido retenida por el grupo paramilitar el día 9. Según la denuncia: “luego siguieron hacia Los Robles por el carreteable hasta llegar a La Silvia, donde mataron a una señora. Luego llegaron a Campamento y treparon haciendo la travesía hasta Patio Bonito, donde hubo la mayor cantidad de muertos, fueron siete en ese sitio … Continuaron bajando hasta la vereda Palo Solo donde ejecutaron a EVELIO GUETIO GUEJIA y a otra persona. Después llegaron a la entrada para La Vega y ejecutaron a tres personas más. Bajando para Benjamín mataron a cuatro personas más, a quienes sacaron de una finca en la que estaban trabajando, en el Playón. Después siguieron por un camino que no aparece en el mapa, un camino que llega al Río Minas. En esta parte, apenas comenzaron a bajar, mataron a dos personas más: a LUIS OMAR APONZÁ y a otro señor... Ya ubicados en el caserío...asesinaron a ANTONIO JESÚS IPIA...hacia las dos de la tarde anunciaron a la comunidad que les concedían 5 horas para salir...tan solo unos minutos después dieron la orden de abandonar el caserío de manera inmediata. Llegaron al crucero del Río Minas, sobre un caminito que atraviesa hacia El Playón, donde mataron a un muchacho ALEXANDER SERENA QUINA, ante la solicitud que hizo al grupo paramilitar para que le fuera permitido sacar algunas cosas de su casa; fue el primer muerto de los que hubo en Río Minas hacia El Ceral. De Río Minas salieron hacia el sitio La Paz, donde fue asesinada con motosierra una mujer adulta … En el sitio El Porvenir fue ejecutado LUIS ARNOLDO CONDE; en Alto Sereno WILSON CASOS GUETIA y GUILLERMO TRUJILLO GÓMEZ; en Río Minas-Miraflores fueron ejecutados HENRY APONZÁ y ESTEBAN DELGADO.
Agrega la denuncia que: “En la vereda El Placer, donde residen comunidades indígenas, el día jueves 12 de abril a las 8 a.m., un grupo de paramilitares entró en una vivienda en la que se encontraba un conjunto de campesinos; de allí se llevaron, con insultos de por medio, a uno de ellos para un lugar cercano. Transcurrida media hora los demás campesinos fueron llamados y amenazados utilizando frases temerarias y generadoras de terror en la población. Al llegar al sitio, encontraron al primer campesino tirado boca abajo en un lodazal; acto seguido los demás moradores fueron puestos en esa misma posición, tras de lo cual fueron torturados recibiendo golpes con el plan de un machete durante una hora, en la que requerían información... Los paramilitares les dijeron que los iban a picar y que con uno que se pique con esa hacha, los demás empiezan a hablar; estamos esperando la orden para picarlos con esta hacha. También fueron objeto de la ruleta rusa, la macabra tortura consistente en dejar una sola bala en un arma, ponerla en la cabeza de una persona y hacer disparos para aterrorizarla ante la inminencia de la muerte. Al final les dijeron que por ser Jueves Santo se salvaron. Este grupo de paramilitares permaneció en la vereda hasta las 2:00 p.m.; el mismo día quemaron una vivienda de propiedad de un alguacil indígena del Naya...y le robaron varios animales. Los armados, entre ellos un desertor del ELN apodado Peligro, exigieron a los afrocolombianos varios botes y motoristas para trasladar a sus compañeros que estaban ubicados en el sitio llamado El Saltillo, petición ante la cual los habitantes se negaron. Los paramilitares lograron detener a tres integrantes de la comunidad a quienes obligaron a transportarlos y a permanecer junto con ellos en la noche. Hacia las 6:00 a.m. del 14 de abril, obligaron a los moradores a movilizar las embarcaciones de la comunidad para dirigirse hacia el sitio El Saltillo. En este lugar se encontraban aproximadamente 130 paramilitares, quienes fueron transportados hasta el medio día del sábado hacia La Concepción. En La Concepción, lugar también conocido como La Concha, los paramilitares ejecutaron a una señora enferma mental, quien al ver llegar a los uniformados los increpó y les manifestó que era guerrillera y que los iba a matar, luego saquearon las viviendas, los establecimientos comerciales, sustrajeron joyas, dinero, arrojaron decenas de pertenencias al río Naya, se embriagaron y pasaron toda la noche en una fiesta de celebración...Decidieron entonces salir hacia San Lorenzo...y pasaron la noche allí. El lunes 16 de abril se trasladaron a Dos Quebradas, allí saquearon y destruyeron los bienes de los habitantes, consumieron algunas bebidas y alimentos. Algunas versiones señalan que se registraron violaciones a mujeres.”.
Continua la denuncia diciendo que: “Desde la incursión paramilitar en el Alto Naya y los operativos desplegados por la Brigada 2 de la Infantería de Marina que iniciaron el lunes 23 de abril, las comunidades han sido literalmente sitiadas. A las comunidades no les es permitido el paso de alimentos, insumos y combustibles sino en muy pequeñas cantidades...con la justificación de que podrían ser asaltadas por cualquiera de los actores armados ilegales y sustraerles la mercancía para su propio abastecimiento”.
Agrega la denuncia que: “Los hechos antes expuestos fueron cometidos a pesar de que ONG colombianas, organismos de control del Estado, el Ministerio del Interior y la Oficina de la Alta Comisionada para Derechos Humanos de Naciones Unidas, habían alertado de manera temprana sobre la inminencia de una incursión paramilitar en la región del Alto y Bajo Naya, alertas que fueron desatendidas con las trágicas consecuencias...resulta inexplicable la forma como aproximadamente 500 hombres bajo la etiqueta de AUC pudieron realizar una movilización de estas características, sin ser advertidos, más aún cuando la zona por donde se estima incursionaron los hombres armados al área, se encuentra situada a 20 minutos del corregimiento de Timba, lugar en donde está ubicada la base del ejército nacional, desde el 30 de marzo del año en curso”. Investigaciones posteriores demostrarían que varios de los líderes paramilitares que participaron en esta masacre, habían estado en operativos conjuntos con el Batallón Pichincha, del ejército nacional, desde más de seis meses antes y habían anunciado un plan de exterminio de mucha gente en varias poblaciones de la zona. Por su parte, el Defensor del Pueblo: “responsabilizó...al Estado de la masacre. Fue una masacre anunciada... Cuando se presenta una situación de esta naturaleza, una masacre de un pueblo que fue desplazado, obviamente que allí hay una falla en la actuación del Estado...” .
Fuentes:
1. CINEP Paramilitarismo de Estado en Colombia 1988-2003