1. Paramilitares (AUC Autodefensas Unidas de Colombia)
2. Ejército (III Brigada)
3. Ejército (III Brigada)
Hechos
Masacre: ZABALETAS 11-May-00
Víctimas en estos hechos: 20 (Asesinadas: 12- Desaparecidas: 8)
El 11 de mayo de 2000 en Buenaventura, Valle, aproximadamente 80 paramilitares, vistiendo prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares, con un distintivo en forma de trebol en uno de los brazos, pertenecientes al Bloque Pacífico de las AUC, con la aquiescencia y complicidad de tropas de los batallones Pichincha y Palacé adscritas a la Brigada 3 del Ejército Nacional, ejecutaron a trece campesinos, desaparecieron a ocho, hirieron a uno y amenazaron a los pobladores de las comunidades de la zona rural de los municipios de Buenaventura y Dagua donde realizaron un recorrido de aproximadamente seis horas.
Los paramilitares irrumpieron en Zabaletas, inspección de policía de Buenaventura, siendo aproximadamente la 1:00 am, movilizándose en dos camiones Ford 800 de color negro, una camioneta cuatro puertas y un campero extralargo, y procedieron a sacar violentamente de sus casas a más de 60 pobladores y los condujeron por la calle principal hasta reunirlos frente a la caseta de la empresa de Telecomunicaciones (Telecom), donde los obligaron a formar en fila y los interrogaron mientras que uno de los paramilitares señalaba a los que iban a ejecutar. En este lugar fueron ejecutados el administrador de la pesquera Amarís, ALEXIS TRUJILLO TELLO, de 32 años; PASTOR EMILIO MOLINA RENDÓN, de 51 años, trabajador de un granero; JAIRO VALENCIA, de 39 años, agricultor; MIGUEL ANTONIO VALENCIA VALLEJO, de 18 años, estudiante del colegio Satélite Pascual de Andagoya; DARÍO MINA VIVEROS, de 32 años, comerciante a quien le quemaron el negocio; y las hermanas ZENAIDA TORRES RIASCOS y N. TORRES RIASCOS, conocida como La Tocaya, de 34 y 27 años respectivamente, naturales del Río Micay. En la inspección de policía de Llano Bajo ejecutaron al promotor de salud, LUCIO CAMACHO, de 32 años de edad, conocido como Nikita.
Continuaron por las veredas Llano Grande, El Llanito, San Marcos y Bellavista hasta llegar a la inspección de policía de Aguaclara (Buenaventura), donde ejecutaron a GONZALO N.(ORDOÑEZ?), de 22 años, minero; a YURY BANGUERA TORRES, de 16 años, conocido como Risas, dedicado a la cacería y a JUAN CARLOS BANGUERA. Así mismo se llevaron a otras personas, entre ellas CARLOS RENDÓN, de 43 años, propietario de un granero.
Hacia las 2:30 a.m. llegaron a la inspección de policía El Danubio (Dagua), donde queda la sede de un retén permanente del Ejército. Descansaron varios minutos para continuar su recorrido hacia la vereda El Cauchal, donde tocaron las puertas de las casas anunciando su llegada y siguiendo hasta llegar a la inspección de policía La Cascada (Dagua). En este lugar bajaron de uno de los vehículos a una persona que traían retenida y le hicieron un disparo en la boca dejándolo gravemente herido; sacaron a varias personas de sus viviendas, entre ellas el propietario de una tienda y una mujer embarazada, los amarraron y se los llevaron. Las tiendas y casas fueron saqueadas y quemaron dos carros y una motocicleta. Siguieron a la vereda El Placer, donde bajaron a CARLOS RENDÓN de uno de los vehículos y lo ejecutaron. Continuaron hacia la inspección de policía La Elsa y amenazaron a las familias que allí habitaban, obligándolas a salir del lugar.
Antes de partir de cada una de las poblaciones, los paramilitares dejaron amenazas pintadas en las paredes de casi todas la casas, anunciando su regreso. A las 6:00 a.m., antes de llegar a la inspección de policía El Queremal (Dagua), los victimarios se bajaron de los vehículos, descansaron y comieron, bajaron las personas que llevaban retenidas y se dirigieron unos en dirección de la Base Militar de Tokio, ubicada en la parte alta de Queremal y otros en dirección de la Base Móvil del Ejército, cercana también a esta población. Los camiones fueron enviados desocupados a Cali. A raíz de estos hechos, cerca de 3.200 habitantes de estas comunidades se desplazaron forzadamente hacia el casco urbano. Inclusive los pobladores de la inspección de policía San Antonio de Anchicaya, donde se encuentra localizada la Central Hidroeléctrica, “cuyos habitantes se desplazaron por temor a que allí suceda lo mismo”.
Fuentes:
1. CINEP & JUSTICIA Y PAZ Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política - Noche y Niebla Mayo 2000