El 23 de mayo de 1983 en Puerto Triunfo, Antioquia, los campesinos VÍCTOR SOTO, ORLANDO GAVIRIA, ARTURO OLARTE, JOSÉ ÁNGEL BERRIO y JAIME BERRIO, fueron asesinados por el capitán IDÁRRAGA OSPINA, comandante del distrito VII de Policía, y los agentes del F-2 de apellidos FERNÁNDEZ, QUINTERO, VELÁSQUEZ y GALINDO. El múltiple asesinato fue inicialmente atribuido a los paramilitares, pues al momento del hecho los victimarios se presentaron así. En el transcurso de la investigación penal ordinaria, el Juez 19 de Instrucción Criminal de Medellín dictó auto de detención el 16 de agosto de 1983 contra los agentes del F-2 de apellidos Fernández, Quintero, Velásquez y Galindo y al Capitán Idárraga Ospina, Comandante del Distrito VII de la Policía, sindicados de ser los autores materiales de estos crímenes. No se conoce si se dictó sentencia y en qué sentido. Con el fin de garantizar que el crimen quedara en la impunidad, los policías que cometieron la masacre se presentaron como paramilitares para ocultar sus identidades y su vinculación a dicha institución estatal.