En horas de la tarde del 4 de diciembre de 1996 en Morroa, Sucre, paramilitares de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, ACCU al mando de Salvatore Mancuso alias “Doble Cero”, quienes contaron con el apoyo de miembros del Ejército, la Infantería de Marina y la Policía en Sucre, y que se movilizaban en 10 camionetas Jeep irrumpieron en el corregimiento de Pichilín, y asesinaron en la plaza pública a 13 hombres que sacaron de sus casas y a otros que encontraron en el camino. Las víctimas fueron:
MANUEL VICENTE VERGARA VILLALBA
ISRAEL REMBERTO VERGARA PUCHE
LUIS EDUARDO SALGADO RIVERA
EMIRO RAFAEL TOVAR RIVERA
EVERTO RAFAEL TOVAR ZEQUEA JORGE LUIS TORRES CUELLO
FEDERMAN RIVERA SALGADO
OVIDIO MANUEL CASTILLO SOLIPAZ
JOSE DANIEL RIVERA CARDENAS
MANUEL DE JESÚS PÉREZ GÓMEZ
GERMAN EULISES RAMOS MERCADO
JESUS ALBERTO PÉREZ RODRIGUEZ
DENNY (DENIS) RUIZ
Relata la fuente: ”El día 4 de diciembre del año 1996, entre las dos de la tarde y las cinco p.m., en la vía que conduce a los municipios de Morroa, corregimiento de Pichilín, Varsovia, Coloso, San Antonio de Palmito, Tolú, fueron muertos 12 personas, por un grupo fuertemente armado, quienes con lista en mano y con una integrante de dicho grupo, que se encargaba de señalar las posibles víctimas, cegaron la vida de innumerables personas que fueron sacadas de sus viviendas, otros de sus lugares de trabajo, procedieron a quitar los vehículos que por el lugar transitaban, movilizándose posteriormente con 11 automotores, con destino al corregimiento de Pichilín, jurisdicción del municipio de Morroa y así transitaron por los municipios restantes, señalándolos como colaboradores, auxiliadores de la guerrilla, siendo agredidos y torturados previamente y con posterioridad ocasionándoles la muerte con arma de fuego. Igualmente, se procedió a incendiar tres billares, hurtar el producido de los mismos, así como prendas de algunos de sus habitantes, argumentando que allí llegaban guerrilleros a divertirse, y los agresores identificándose como de las Autodefensas de Córdoba y Urabá, comunicándole a la población que iban a limpiar la zona “(1).
Ese día fue la primera incursión paramilitar en los Montes de María, y en todo el departamento de Sucre, como está consignado en Justicia y Paz de la Fiscalía. Ya era costumbre de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá, arribar a los pequeños municipios del norte del país, de reunir a sus futuras víctimas con sorna, en la cancha o en la plaza, para que todo el mundo viera, para que a nadie le quedara duda que ellos agarraban a la fuerza, ataban de pies y de manos, tiraban a patadas al suelo, y disparaban en la cabeza, ¡adiós, adiós!
La mañana del 4 de diciembre de 1996, Euwaldo estaba en los plantíos de maíz. Antes de mediodía aprovechó para ir a Tolú Viejo. Al retornar, a las 4 de la tarde, montado en otro jumento, vio el reguero de cadáveres en la vía y en la cancha de Pichilín.
Como el mismo Salvatore Mancuso reconoció en 2007, y desde una cárcel de Estados Unidos, en 2008 y 2009, alrededor de 50 hombres llegaron por la vía de Colosó en 10 camionetas Jeep. Pese a estar a 40 minutos de Sincelejo nadie los detuvo a las 3 p.m. Raudos, se bajaron de los autos, todos con uniformes del Ejército y tapados con pasamontañas; uno de ellos era el "Monomancuso".
Lista en mano otro daba las órdenes, tumbe las puertas de allí, mate las gallinas de allá, préndale fuego a las casas y reúna a los siguientes en la cancha, al lado del billar, a: MANUEL PÉREZ, JORGE LUIS TORRES, EMIRO TOVAR RIVERA, LUIS EDUARDO RIVERA, OVIDIO CASTILLO, JOSÉ DANIEL RIVERA CÁRDENAS, FEDERMAN RIVERA SALGADO, LUIS SALGADO, EBERTO TOVAR, DENIS RUIZ, MANUEL VERGARA y GERMÁN VERGARA.
También pidió atarlos en los pies y en las manos. A cuatro de ellos los tiraron al suelo, y de izquierda a derecha le descerrajaron de a tres tiros en la cabeza. Al resto, los metieron a golpes en las camionetas. Tranquilos, por la vía de Tolú Viejo, a los ocho campesinos los tiraron de los autos ya muertos.
Salvatore Mancuso confesó, ante Justicia y Paz, que orquestó y participó directamente en la masacre (ayudado por integrantes de la Armada Nacional) después que alias "08" le indicara que cerca a Pichilín había un campamento del frente 35 de las Farc.
— Ellos eran de aquí, trabajadores, nadie era culpable que la guerrilla pasara por aquí y tuviera el camino libre. Como entra el Ejército, ellos entraban y salían —dice Euwaldo mientras echa andar el burro a látigo para que lo siga hasta el sitio donde sus amigos quedaron tendidos (2).
Fuentes:
1. LA MASACRE QUE DEJÓ EN RUINAS A PICHILÍN - elcolombiano.com, 15 de junio de 2013
2. VERDADABIERTA.COM Audiencia de imputación del 13/03/2009 - Postulado: SALVATORE MANCUSO GOMEZ - BLOQUE CATATUMBO