El 21 de febrero de 1982 en Florencia, Caquetá, entre las siete y media y las ocho de la noche, se encontraba el joven GUSTAVO YAGUÉ tomando unas cervezas en casa del señor Antonio Cortés, en el caserío de Campoalegre (Unión Penaya), cuando dos hombres de civil entraron a la casa y lo detuvieron. Gustavo es hijo de Juan Yagué, por mucho tiempo presidente de la junta de Acción Comunal de la Unión Penaya, y persona que goza de general aprecio en la región. Su hijo se encuentra desaparecido y los oficiales del puesto militar niegan a sus familiares que Gustavo haya sido detenido por ellos. Alegan que el destacamento no lleva consigo personas vestidas de civil, pero hay testigos que vieron a los dos sujetos secuestradores cuando entraban a la localidad en uniforme militar, acompañado a las tropas que comanda un teniente de nombre Mauricio y un sargento Zapata. A estos contraguerrilleros del grupo de Zapata los llaman “Los cascabeles”, e incluso la gente logró identificar a uno de los dos secuestradores, que responde al nombre de Rigoberto Ruiz.