Nueve personas muertas, tres más heridas de gravedad y la quema de cuatro viviendas, dejó la incursión de un grupo de desconocidos la noche del miércoles en Las Changas, municipio de Necoclí, región de Urabá. Ayer, las autoridades desconocían las causas y los autores de esta matanza, que recuerda las peores épocas de violencia en la zona, una de las más afectadas del país por el enfrentamiento de distintos grupos guerrilleros y paramilitares.

eltiempo.com
18 de septiembre de 1992
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El alcalde de Necoclí, Wilberto Rojas Regino, dijo que a la población llegaron unos veinte hombres, con armas de corto y largo alcance, sacaron de sus viviendas a sus moradores y luego los asesinaron.

Las víctimas de la masacre fueron identificadas como José de los Santos Espitia, propietario de la finca La Holanda, su esposa Rosalbina González y sus hijos Leisy y Manuel Vicente; Manuel Reynel Torres Flórez, cotero; Guido de Jesús Gómez Berrío, carnicero; Dámaso Villadiego Ortiz y Evaristo Cárdenas Vaquero, de 37 años. La novena víctima permanecía sin identificar ayer en la morgue del hospital de Necoclí.

En centros asistenciales de Urabá fueron recluidos los sobrevivientes del ataque, que fueron identificados como Juan Castro Tapias, Wilfredo Yepes Londoño y Luis Alvarez Madera, quienes presentan múltiples impactos de bala.

El alcalde Rojas, dijo en Medellín que según el informe que recibió desde su despacho, una vez cometida la masacre, el grupo de delincuentes quemó las cuatro viviendas.

Voceros oficiales dijeron que la masacre, ejecutada a las 7:30 de la noche del miercoles, sólo se conoció la mañana de ayer en Necoclí.

Al parecer, el crimen se cometió en presencia de otros pobladores de la localidad, quienes ayer abandonaron el corregimiento para pedir protección de las autoridades.

Necoclí permaneció todo el día de ayer incomunicado del resto del departamento por fallas en su sistema telefónico.

La familia Espitia, que perdió cuatro de sus miembros, llegó al corregimiento Las Changas hace dos años procedente del departamento de Córdoba. A su llegada compraron una finca y fundaron una tienda de abarrotes , aseguró el alcalde.

El casco urbano de Las Changas, corregimiento de reciente creación, lo conforman 40 viviendas y está localizado a treinta kilómetros de Necoclí por la vía a Arboletes. Sus habitantes se dedican a la agricultura y la ganadería.

El alcalde afirmó que en 1988, cuando se inició el más fiero enfrentamiento entre los grupos guerrilleros y paramilitares de Urabá, Las Changas fue escenario de una acción en la que fueron asesinadas cuatro personas y quemadas sus viviendas. Nunca logró establecerse el grupo que cometió el atentado.

En esa noche, hace cuatro años, fueron asesinadas otras personas y quemadas sus viviendas en los corregimientos y veredas localizadas en la vía Arboletes-Necoclí.

Según los reportes de criminalidad en la zona, Necoclí aparece como uno de los municipios más pacíficos de Urabá. De sus 37 mil habitantes, 17.500 viven en el casco urbano.

EL alcalde dijo que toda la región de Urabá está influida por la acción de grupos guerrilleros y demás formas violentas. El funcionario calificó el hecho como una acción aislada de personas que pretenden desestabilizar el municipio.

No obstante, el nuevo episodio preocupa a las autoridades de la región porque podría significar el comienzo de una nueva ola de violencia política en la zona. En el pasado, Urabá fue escenario de las más cruentas masacres registradas en Antioquia, como son las ocurridas en 1988 en las fincas bananeras La Negra y Honduras, donde murieron 21 campesinos, acusados de ser auxiliadores y activistas de la guerrilla.

En el pasado tuvo gran influencia en esta localidad del norte de Urabá, el Ejército Popular de Liberación (EPL). En su proceso de desmovilización utilizó el corregimiento de Pueblo Nuevo, en este municipio, para instalar uno de sus campamentos. Después de la reinserción, ha ganado presencia en este territorio el grupo disidente del EPL, comandando por Francisco Caraballo.

Voceros del EPL dijeron que con la llegada de los caraballistas a la región, muchos de los desmovilizados del EPL, hoy militantes del grupo político Esperanza, Paz y Libertad, tuvieron que abandonar la zona. Sobre los responsables del hecho, los voceros del EPL se abstuvieron de señalar a algún grupo específico.

Asimismo, las autoridades se abstuvieron de señalar algún grupo como responsable de los hechos.