TENSIÓN EN URABÁ

eltiempo.com
8 de marzo de 1993
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Pese a que el paro indefinido de los trabajadores bananeros de Urabá continuaba desarrollándose ayer en forma normal, en la región se vivía una gran incertidumbre por lo que pueda representar el enfrentamiento entre el grupo de Francisco Caraballo y el movimiento Esperanza, Paz y Libertad. El secretario del Partido Comunista, Luis Antonio Tapias, dijo en Medellín que existe un movimiento armado denominado Comandos Populares, integrado por miembros de Esperanza, Paz y Libertad. Según Tapias, este grupo pudo ser el que causó la muerte de varios de sus militantes.

Con esta denuncia estuvieron de acuerdo los alcaldes populares de Apartadó, Nelson Campo Núñez; Chigorodó, Andrés Pérez Berrío, y Turbo, Edgar Alfonso Gómez, que recientemente expresaron en un comunicado que el clima de intranquilidad de Urabá es producto del enfrentamiento armado entre el grupo Caraballo y Esperanza, Paz y Libertad, por intermedio de los Comandos Populares.

Josué Felipe Cifuentes, concejal y dirigente de Esperanza, Paz y Libertad, negó que su organización tuviera grupos de autodefensa, aunque reconoció que el senador Aníbal Palacios sugirió en una oportunidad la posibilidad de crearlos como un derecho que tenemos a defender nuestra vida, ante la imposibilidad de que el Estado pueda protegernos a todos.

En la última semana se desató una ola de crímenes en la región. En la mañana del pasado miércoles, en la finca La Mora, a dos kilómetros de Apartadó, siete hombres y una mujer encapuchados y armados mataron a seis obreros militantes de Esperanza, Paz y Libertad.

Esta masacre ocurrió a pocas horas de otro asesinato colectivo ocurrido en la finca El Retorno. Allí, 20 guerrilleros mataron al gerente de producción Heriberto Rodríguez, el administrador Enrique Bastidas y el agrónomo Horacio Ferrer.

Antes habían sido asesinados Oliverio Molina, secretario general de Sintrainagro y ex concejal de Apartadó por la Unión Patriótica; Jesús Alirio Guevara y el concejal Pedro Germán. En total, la guerrilla ha dado muerte este año a 48 trabajadores y seis miembros de la directiva del sindicato.

El jueves por la noche, en el barrio La Playa, de Chigorodó, hombres armados asesinaron a los trabajadores Leovigildo Velásquez Zahel, Alejandro Hernández Díaz y Gabriel Ovidio Carvajal Ochoa, que laboraban en la finca Agro Vergara y al parecer eran simpatizantes del Partido Comunista, al igual que el capataz Jorge Caro Palacio, asesinado en la avenida principal de Apartadó.

Entre tanto, en Turbo fueron muertos dos trabajadores de las fincas San Rafael y San Jorge.

Esta serie de asesinatos llevó a las directivas del Sindicato Nacional de Trabajadores del Agro y la Industria (Sintrainagro), a iniciar un paro indefinido en la región.

Para Francisco Giraldo, dirigente de Sintrainagro, la solución a la grave situación está en que las fuerzas en conflicto, es decir, el movimiento Esperanza, Paz y Libertad y la disidencia del Epl, orientada por Caraballo, se sienten a dialogar y negocien.

Según Giraldo, la política de exterminio del Epl y otras fuerzas oscuras está generando la actual situación de violencia, donde los muertos ya no son sólo de Esperanza, Paz y Libertad sino de otras organizaciones.

Por su parte, Cifuentes y otros dirigentes sugirieron que la Coordinadora Guerrillera (CG) replantee su campaña de exterminio contra los reinsertados y seguidores de Esperanza, Paz y Libertad, y los líderes del sindicato bananero.

De acuerdo con las denuncias, la CG habría integrado un comando con el quinto frente y las Milicias Bolivarianas de las Farc y la disidencia del Epl para cumplir con su criminal objetivo.