Jairo de LEÓN AGUDELO, de 32 años, líder sindicalista
Guillermo MARÍN, líder sindicalista
Luis Efrén CORREA, de 38 años, líder sindicalista
Amnistía Internacional
AI: AMR 23/63/94/s
12 de agosto de 1994
http://www.amnesty.org/es/library/asset/AMR23/063/1994/es/90afd428-ebf5-11dd-9b3b-8bf635492364/amr230631994es.html
Amnistía Internacional está preocupada por la seguridad de los sindicalistas y líderes de oposición política en el Departamento de Antioquía, tras los recientes asesinatos de tres sindicalistas y la aparición de una nueva fuerza paramilitar.
Según la información que obra en poder de Amnistía Internacional, el 23 de julio, Luis Efrén Correa, vice presidente de un sindicato de una empresa textil (Sindicato de Trabajadores Satexco), fue asesinado por un sicario en Medellín cuando entraba en el recinto de la empresa.
El 26 de julio, Jairo de León Agudelo, presidente de la sección del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del municipio de Salgar, fue apuñalado a muerte en el municipio de Salgar, por dos hombres vestidos de paisano conocidos en el municipio. Los testigos denuncian que se trata de dos miembros del F2, entidad de inteligencia perteneciente a la Policía Nacional.
Según la información disponible, Jairo de León ya había sido objeto de varios atentados contra su vida desde diciembre de 1993. El 9 de enero de 1993 otro miembro del mismo sindicato, William Palacio, fue asesinado pocos días antes de que el sindicato presentara algunas de las reivindicaciones de los trabajadores. Jairo de León había sido representante del sindicato en las negociaciones con la patronal, y su asesinato coincidía con el inicio de otra ronda de negociaciones.
El 30 de julio, un grupo paramilitar autodenominado Colombia Sin Guerrilla (COLSINGUE), reivindicó, en un comunicado enviado a los medios de comunicación de Medellín, los asesinatos de Jairo de León Agudelo, Luis Efrén Correa y de otro líder sindicalista, Guillermo Marín, asesinato perpetrado asimismo a finales de julio de 1994. En su comunicado, el grupo paramilitar declaraba la guerra contra «los miembros, políticos y combatientes, de grupos subversivos del país» y proseguía afirmando que, al igual que las fuerzas guerrilleras no respetaban a los oponentes no combatientes, «tampoco nosotros respetaremos sus cuadros políticos y sindicales».
INFORMACIÓN GENERAL
En los últimos años se han producido extensas y sistemáticas violaciones de derechos humanos en Colombia, entre las que cabe destacar la tortura, detenciones arbitrarias, ”desapariciones” y ejecuciones extrajudiciales. El anterior Presidente César Gaviria Trujillo reafirmó, en repetidas ocasiones, el compromiso de su gobierno por respetar los derechos humanos. Sin embargo, los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad colombianas siguen cometiendo graves violaciones de derechos humanos con impunidad virtualmente total. Las fuerzas armadas han creado y entrenado a varios grupos paramilitares que siguen desempeñando un papel clave en la estrategia de operaciones de contrainsurgencia del ejército colombiano. Los sindicalistas y activistas o líderes políticos de oposición son frecuentemente objeto de violaciones de derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad y de sus aliados paramilitares. A menudo se les califica como subversivos, acusaciones que suelen ir seguidas de violaciones de derechos humanos. El Presidente Ernesto Samper Pizano, que tomó posesión de su cargo el 7 de agosto de 1994, ha realizado, tanto durante la campaña electoral como posteriormente, diversas promesas de mejorar la situación de los derechos humanos en Colombia. Entre sus promesas destaca el compromiso de desmovilizar a las fuerzas paramilitares.