Testimonio del docente Silas Perea Pérez, primo del docente asesinado Telmo Elidio Perea Santos.
TIRÁNDOLE LIBROS A LAS BALAS
Memoria de la violencia antisindical contra los educadores de Adida, 1978-2008
Investigación realizada por la Escuela Nacional Sindical (ENS) y la Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA)
Medellín, 2011
Telmo Elidio Perea Santos, asesinado el 1º de marzo de 1999, en Vegades, municipio de Vigía del fuerte, era primo de Elías Perea. Trabajaba en veredas cercanas, a una hora de distancia.
Era un hombre muy trabajador, decente y respetuoso, muy correcto, de esa gente que aspira siempre a salir adelante, muy luchador por su cuenta. Todavía seguimos lamentando el hecho de que lo hayan asesinado. Él hacía parte de la junta administradora de los hogares de bienestar en las veredas y corregimientos, era el encargado de ir a Quibdó a recoger el mercado, traerlo, repartirlo en distintos hogares. Se encargaba de esa parte, además de su labor como docente.
Tenía su hogar conformado por dos hijos y su esposa, que también es maestra. Era primo mío por parte del papá, estudiamos juntos. Cotizaba a Adida y también ejercía un gran liderazgo al interior de la comunidad. Emprendía proyectitos sencillos que no necesitábamos ir donde el alcalde y pedir nada, hacíamos la recolecta, cosas como esas. De la cosecha de arroz y de maíz sacábamos una parte, que llamábamos el maíz de la comunidad. Lo vendíamos y con eso se cubrían necesidades de la comunidad, como el arreglo de la escuela, construir un pozo séptico para tener un baño comunitario, cosas como esas. Le enseñaba a la comunidad a tratar de vivir con sus propios medios. Y él como maestro siempre estaba de por medio.
Cuando Elidio fue asesinado su familia inicialmente se quedó por los lados de Vigía a merced del hermano de Elidio, que estaba en la alcaldía. Pero como a éste también lo asesinan entonces les tocó desplazarse hacia Medellín.
Nosotros los de Vegades teníamos ese deseo de progresar y veíamos que la única forma de hacerlo era salir a estudiar, para después tener la dicha de volver a trabajar a nuestro pueblo. Eso era lo que nos hacía salir adelante, y la verdad que el pueblito iba bien. Pero lastimosamente con la violencia todos esos procesos se van al piso.
Los fines de año se reunían todas las familias. Los que trabajábamos distantes llegábamos siempre a pasar el diciembre. Como en mi casa siempre teníamos ganado, mi papá dejaba un novillo para matar en diciembre, y alrededor de ese novillo nos reuníamos y compartíamos, nos contábamos experiencias, cada quien contaba lo que le ocurrían donde estaba trabajando. Nuestros viejos vivían muy contentos porque veían en nosotros como la realización de ellos, por decirlo de alguna manera. Nos reuníamos todos: Pastor el hermano de Elidio, que fue asesinado; Elidio, que también fue asesinado; mis primos, mis hermanos, dos de ellos también asesinados, entre los cuales está Elías Perea; otros docentes. Compartíamos muchas cosas. Ya no, ya se acabaron esas tradiciones.