VOZ PROLETARIA
Bogotá, agosto 4 de 1966
AGRESION MILITAR A MARQUETALIA
En junio 1º de 1964 comienza efectivamente y a fondo la agresión militar contra los campesinos de la zona de Marquetalia, aunque desde antes ya estaban cometiéndose crímenes en preparación de la acometida de junio. El general Prada Fonseca, jefe del Estado Mayor, el 18 de mayo anunció el comienzo de las operaciones militares con la participación de los batallones Boyacá, Rook y Tenerife, además de un cuerpo de paracaidistas. Sin que haya un estado de guerra el acto de la agresión es un crimen.
BOMBARDEOS, BACTERIAS, NIÑOS MUERTOS, NAPALM
Desde el 1º de junio comenzó el ataque de 16.000 hombres de infantería, fuera de aviación, cuerpos de inteligencia, etc., contra los campesinos de Marquetalia. En los primeros días hubo un bombardeo inhumano, realizado desde aviones con insignias de las fuerzas aérea yanquis, que dio como resultado la muerte de 18 niños de la región. Los bombardeos se sucedieron en ese mes de junio, arrojando bombas incendiarias de napalm. Así, con el fuego de esas bombas, fue arrasada la población.
Asimismo, arrojaron bacterias que produjeron en la población campesina una enfermedad mortal y terrible, que los campesinos llamaron viruela negra, teniendo en cuenta los efectos en el cuerpo de los enfermos. Hasta en tiempos de guerra, eso es un crimen.
LOS ASESINOS EN ACTIVIDAD
En julio son asesinados Hermes Chala, Simón Chala y Luis González, en Guadualosa, por el ejército; Chepe Cárdenas, Gustavo Devia, escolar de 14 años, Bernabé González e Isaías Machado, de 13 años, en Río Claro; Mario Monceleano, el 2 de julio, en Aipecito; Alipio Trujillo, en Mangas; Roque Odaño, en Puente Baché; Cayetano Iguaná y Faustino Ramos, son fusilados en Cajones, municipio de Miranda; en Juntas, cerca a Neiva, a Gabriel Romero, descaradamente se le aplica la llamada “ley de fuga”; Noé Ducuará, capturado en Nazareno, Francisco Grisales, Israel Quesada, Jesús Muriel son fusilados en La Araña. Una mujer y un hombre, también los son en San José. En Alto Bonito, Alvarado, asesinan a Marco Eliseo Álvarez, siendo cómplice la policía.
CRECEN LOS ASESINATOS
El número de campesinos asesinados es creciente, porque las denominadas, comisiones punitivas del ejército se riegan por los campos matando trabajadores, si dejar huellas en muchos casos. A los campesinos se les corta la cabeza y las manos, para impedir su identificación.
MUERTOS EN RIOCHIQUITO
El 7 de julio, en la Simbola, Riochiquito, tropas del batallón Junín, al mando del coronel Ortiz Ayala asesinan a doce labriegos que venían de sus parcelas, cargando sus palas, azadores y otros instrumentos de trabajo. Después de matarlos villanamente, el Estado mayor comunicó al país que habían muerto en “largo combate”. Qué cinismo!
En Aipecito, el ejército mata a Libardo Angel y Alonso Esquivel; Domingo Rodríguez, Humberto Sarmiento, Anselmo y Julio Garzón en Quimbaya; Pedro Duque, Victor Romero y Roberto Trujillo, son asesinados en Quimbaya, Pato y otras regiones. Jesús A. Urbina, en Paujil; León López, José Aurelio Moreno y sus hijos José Alejandro y Guillermo, de 8 y 9 años, en Peñaranda, próximo a Ibagué; también son asesinatos que la policía ampara.