RECLAMAN JUSTICIA POR MASACRE EN BALSILLAS

Reparación a las víctimas por parte del Estado e investigación y castigo para los responsables del Ejército, exigen familiares de las personas asesinadas en la inspección de Balsillas, Caquetá.

La Nación
Alexa Liliana Ramírez
12. junio 2009

Trascurridos dos años del trágico 10 de junio de 2007, donde fueron asesinadas la rectora de la institución educativa ‘Guillermo Ríos Mejía’, MARLENY BERRÍO y cinco personas más, entre ellas un menor de edad, en una masacre perpetrada por dos miembros del Ejército en Balsillas, Caquetá, hoy familiares de las victimas reclaman al Estado justicia y reparación.

Según Claudia Rodríguez Berrío, hija de la docente Marleny, a pesar de que durante estos dos años han movido cielo y tierra para que el crimen no quede impune, el Estado hasta el momento no ha hecho nada por las víctimas y huérfanos que dejó la masacre.

“Aunque condenaron a los dos soldados, autores materiales del múltiple crimen a 40 años, nosotros queremos que la condena vaya más allá y se condene o se lleve a cabo la investigación en la Fiscalía por el delito de omisión de medidas de protección a la población civil por parte del comandante de la base militar, que estaba a 150 metros. También está la parte disciplinaria que le compete a la Procuraduría, pero a la fecha no ha salido con ningún resultado. El año pasado la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes llamó a todas las entidades, especialmente por el caso de Balsillas y la Procuraduría lo que dijo era que estaban en investigación y era algo reservado, pero no dicen nada”, agregó Claudia Rodríguez Berrío.

Exigen reparación

Aseguró la hija de la docente asesinada que aunque Naciones Unidas y la Defensoría del Pueblo hicieron su aporte e intervención a lo sucedido en la masacre, el hecho no ha trascendido y hasta la fecha no han tenido respuesta por parte del Gobierno Nacional y de las Fuerzas Militares sobre la reparación a las víctimas.

“Estamos hablando de víctimas del Estado, pues quedaron dos menores de edad a quienes e les mataron papá, mamá y hermano. Están a la espera de que va a pasar con ellos, estos dos años han vivido de familia en familia, de la caridad. Hay otra familia en los tugurios de Neiva como desplazados, aguantando hambre y esperando que el Estado les haga una reparación”, afirmó.

Las víctimas

Al conmemorarse el segundo aniversario de la masacre de campesinos en Balsillas a manos de dos soldados adscritos al Batallón Colombia que operaban en el Comando Operativo Número 5 de la Novena Brigada del Ejército, con sede en Neiva, los familiares de las víctimas recuerdan que los dos militares se encontraban en plenas facultades mentales al momento de asesinar a la rectora MARLENY BERRÍO, a los labriegos JAIMER GIRALDO y LUCAS MANUEL CORREDOR SEGURA, a un niño de 9 años y a sus padres JOSÉ MILLER VELÁSQUEZ y MELANIA BETANCOURT.

Los hechos

Los uniformados JAIR FARFÁN MOOR, nacido en Tocaima (Cundinamarca), de 20 años, y YEIMER ALBERTO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, oriundo de Nolaima (Cundinamarca), de 21 años, llegaron la escuela rural ‘Guillermo Ríos Mejía’ hacia las 4:30 de la mañana del 10 de junio de 2007, vestidos de civil y con su armamento de dotación a participar del Sampedrito Infantil, que se desarrollaba en la institución y al ser impedido su ingreso dispararon sin consideración contra tres personas que murieron instantáneamente y en su huida hirieron a dos más. Un kilómetro más adelante, los militares asesinaron a tres personas más de una misma familia y un menor se salvó milagrosamente.