Las amenazas de los grupos paramilitares contra los indígenas Embera Katío comenzaron a cobrar víctimas.
eltiempo.com
4 de febrero de 1999
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El lunes pasado un grupo de hombres armados llegaron al caserío El Gallo (Alto Sinú) y asesinaron a un indígena y a otras dos personas.
Por esta razón ayer las comunidades indígenas del Alto Sinú hicieron un llamado urgente al Gobierno Nacional para que les garantice la seguridad.
De acuerdo con las directivas del Cabildo Mayor Embera Katío, dos de sus comunidades recibieron un plazo perentorio de las autodefensas para que abandonen sus territorios en tres días.
Se trata de las comunidades de Kiparadó y Pavarandó, a seis y cuatro horas respectivamente del casco urbano de Tierralta (Córdoba), donde en diciembre pasado las Farc atacaron un campamento del jefe paramilitar Carlos Castaño.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), también denunció una nueva ola de violencia contra el pueblo Embera Katío del Alto Sinú.
Según las denuncias, las presiones contra los indígenas se recrudecieron en las últimas horas. Entre el domingo y el lunes en jurisdicción de Tierralta las autodefensas hicieron un retén en el sector conocido como Gallo, corregimiento Frasquillo de Tierralta, a orillas del río Sinú, y después de mantener cautivos por varias horas a 40 personas, quemaron 14 lanchas.
El martes pasado los cabildos mayores de los ríos Verde y Sinú denunciaron el asesinato del indígena Alejandro Domicó Jumí y del campesinos Julio Higuita Guizao. Ambos se desempeñaban como motoristas.
De acuerdo con la Onic, los paramilitares justificaron el hecho aduciendo que las comunidades habían transportado a la guerrilla cuando esta asesinó en meses pasados a dos compradores de madera.
Los paras les dijeron a los indígenas que hablaran con la Cruz Roja Internacional y les dieron un plazo a los aborígenes de tres días para desocupar, aseguró Luis Alberto Panesso, dirigente del Cabildo Mayor Embera Katío del Alto Sinú.
Panesso reiteró su llamado a los grupos armados para que respeten a sus comunidades, pues ellas no están participando del conflicto ni tienen otro sitio para desplazarse.
Las presiones contra los indígenas tienen en vilo a sus dirigentes en el país, pues con el asesinato de Domicó ya son cuatro los aborígenes muertos por los grupos armados en los últimos días Antioquia y Córdoba.
El pasado 3 de enero miembros del frente 5 de las Farc asesinaron al gobernador de la comunidad de Guapá, Pedro Luis Bailarín, y a su hermano Guillermo. Posteriormente, el 29 del mismo mes, fueron asesinados el jaibaná ex gobernador de la comunidad de Chigorodorcito en la región de Urabá, Argemiro Domicó, y su hijo Euclides. Una menor resultó herida y otro indígena está desaparecido.
