PARAMILITARISMO EN EL SUR DE BOLÍVAR

PROYECTO COLOMBIA NUNCA MÁS
ZONA 5ª – QUINTO MODELO DE REPRESIÓN:
CONSOLIDACIÓN Y LEGALIZACIÓN DEL PARAMILITARISMO, 1995-1998

La presencia paramilitar en el sur de Bolívar obedece a varias razones, todas orientadas hacia un fin concreto y es abrir paso a las multinacionales para la explotación del oro que se encuentra en la Serranía de San Lucas como se dijo anteriormente, además de consolidar un corredor nacional que una a Urabá con el Catatumbo; para lograr esto existen tres ejes geográficos de vital importancia por su ubicación geoestratégica en términos militares y económicos, constituyéndose estos en territorios en disputa: la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y la Serranía de San Lucas.

La intervención paramilitar en la zona estuvo representada por el grupo Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, ACCU, quienes además de la labor de terror adelantada contra el campesinado, arremetieron fuertemente contra la resistencia que ejercían los mineros artesanales organizados a través de diferentes comités locales afiliados a Fedeagromisbol. Prueba de esto fue el asesinato en 1997 del Vicepresidente de la organización, el Presidente del Comité de Mineros de Río Viejo y más de 30 mineros, a manos de los grupos paramilitares; se suman a estos trágicos hechos las diversas masacres e incursiones a los municipios y veredas. Todos los mineros fueron señalados de colaboradores de la guerrilla por pretender defender la explotación de las minas para el pueblo que por tantos años las había trabajado.

El Bloque Central Bolívar es la estructura paramilitar que en los últimos años ha hecho presencia en el sur de Bolívar, y fue justamente este bloque el que ejerció el control del negocio del narcotráfico en la región. Este bloque es reconocido como la estructura paramilitar más grande del país -a mediados de 2004 se calculaba en 5.000 hombres su pie de fuerza- y tuvo presencia en 23 departamentos, principalmente en Santander, Putumayo, Caquetá y Nariño. A su vez, dicha agrupación es una de las principales integrantes del “proceso de desmovilización” en Ralito, toda vez que sus jefes son connotadas figuras del paramilitarismo y el narcotráfico: Julián Bolívar, anterior opositor a la zona de convivencia con el ELN; Lorenzo González Quinchía, alias Javier Montañés o “Macaco”, e Iván Roberto Duque, alias “Ernesto Báez”, los tres, sentados a la mesa con el gobierno Uribe.

Los pobladores rurales fueron el principal sector golpeado en el sur de Bolívar. En total, 233 campesinos fueron asesinados, 58 desaparecidos y 105 torturados; los principales responsables son miembros del Ejército y paramilitares que actuando en forma conjunta azotaron la zona especialmente en los años de 1990, 1992, 1997 y 1998.

Los paramilitares entraron inicialmente a la región por el lado norte (Tiquisio, Río Viejo) hacia finales de 1996, principios de 1997, estos grupos provenían de la costa atlántica. Hacia 1997 hicieron la primera incursión por cerro Burgos, de allí se expandieron a San Blas, Monterrey (Simití), las sabanas de San Luis (Simití), Pata Pelada (Simití), Las Ahuyamas (Simití), San Luis (San Pablo), Los Cahuises (San Pablo), No te pases (corregimiento de San Pablo), Cerro Azul, Los Helechales del Paraíso, Helechos del Boque, Pozo Azul, Bajo San Juan, Castrillón Pozo Azul (San Pablo); en Cantagallo La Palua, Alto el Limón (Boca Yanacue), San Lorenzo; en Santa Rosa en el casco urbano (Hotel las Palmas), Buena Vista, Pueblo Nuevo, Río Amarillo, El Roncador, San Juan de Río Grande, Las Brisas, San Isidro, Los Arrayanes, San Pedro Frío (tres meses con una base en 2000); Morales Alto los Pinos. En esta incursión iban pasando por los caseríos y en varios de ellos realizaron quema de viviendas, masacres, una de las modalidades más usada era asesinar a los habitantes y luego decapitarlos para poner sus cabezas en los postes de los alambrados de los caminos. De allí se desplazaron a varios sitios donde implantaron bases, San Pablo, Monterrey y San Blas. “Subieron por la carretera de Santa Rosa, que va para las minas, a la serranía y de ahí en adelante por donde iban pasando, pueblo por pueblo quemaron los caseríos, se robaban la comida y las cosas de la gente, asesinaban, torturaban y señalaban a la gente de guerrilleros; y así le dieron la vuelta a la serranía, fueron a salir por el lado del cañón de Santo Domingo, eso hubo caseríos que quemaron varias veces como Vallecitos y Paraíso, esa ha sido una de las épocas de más terror en esta región”.

Estos grupos instalaron sus bases en algunos lugares de la zona para poder ejercer un control militar y político y cometer Crímenes de Lesa Humanidad. Según un informe presentado por la Caravana Internacional por la vida estas fueron las bases que hallaron:

Corregimiento San Blas, del municipio de Simití: Está ubicado a una hora del casco urbano de Simití, permanecen en el caserío, ahí tienen instalada una base de entrenamiento. Tienen presencia allí desde diciembre de 1998. Este es un sitio de concentración y desde allí se movilizan hacia Pueblo Gato, corregimiento de Santa Rosa, al corregimiento Monterrey de Simití, al casco urbano de Santa Rosa, al corregimiento Pozo Azul, del municipio de San Pablo. También de allí se dirigen al casco urbano de Simití. Cuando hay operativos de la fuerza pública y la Fiscalía, días antes, los paramilitares allí concentrados salen de esa base y la dejan vacía. El número de paramilitares se calcula entre 80 y 500 de acuerdo con las acciones que vayan a desarrollar. El Ejército Nacional se encuentra a una hora de allí en el casco urbano de Simití, tiene presencia el Batallón Los Guanes. También ahí se encuentra la Policía Nacional. Normalmente, el Ejército Nacional no desarrolla operativos hacia este corregimiento. En esta base opera el comandante Gustavo.

Corregimiento Monterrey del municipio de Simití: Allí se encuentra ubicada una base paramilitar desde febrero de 1999. Este corregimiento está a hora y media del casco urbano de San Pablo lo mismo que de Simití, que es un sitio de concentración, en donde se reúnen hasta 500 hombres, para moverse de allí hacia el corregimiento El Paraíso del municipio de Simití, hacia Cañabraval. Cuando los paramilitares tienen planeado algún operativo simultáneo en dos o tres sitios, el Ejército se moviliza hacia los cascos corregimentales y desde allí apoyan las acciones de los grupos irregulares. Así mismo, cuando hay combates entre la guerrilla y los paramilitares, el Ejército presta apoyo a estos últimos por medio de helicópteros donde les llevan material bélico. Los paramilitares se mantienen en el casco del corregimiento, sin embargo cuando llega el Ejército, se corren a unos doscientos metros y allí se mantienen. El comandante de esta base es alias don Carlos y el segundo Barrabás. Se comenta que estos dos paramilitares llegaron de Urabá y al parecer el primero es un militar retirado.

Corregimiento Buenavista del municipio de Santa Rosa del Sur: La base se encuentra allí desde el año 2000, hay desde 50 hasta 200 hombres. Este corregimiento se encuentra aproximadamente a dos horas del casco urbano del municipio. De allí se mueven hacia El Paraíso.

Santa Rosa del Sur: En el casco urbano los paramilitares tienen presencia permanente desde principios de 1999. Allí se adueñaron de un inmueble. La casa está ubicada a escasos cien metros de la estación de policía del municipio. Allí funciona una oficina donde se mueve el negocio de la coca. En noviembre de 2001, a raíz del asesinato de dos estudiantes, la población se levantó contra los paramilitares, le quemaron algunos enseres y retuvieron a tres de ellos, los que fueron arrebatados a la comunidad por parte del Ejército y la Policía. A los líderes de esta protesta posteriormente les tocó pagar unos 70 millones a los paramilitares por los daños ocurridos en la casa mencionada. Es de anotar que en Santa Rosa hay presencia de la Policía y el Ejército.

San Pablo: En este municipio los paramilitares se mantienen de civil, tienen compras de coca en el barrio nuevo y expenden los insumos para su procesamiento. Allí hay presencia de Ejército y Policía. Sitio No Te Pases: Queda a una hora de San Pablo, allí hay una base paramilitar permanente desde principios del año 2000. En algunas ocasiones ha sido desocupada temporalmente debido a enfrentamientos con la guerrilla. Allí se mantienen unos 150 paramilitares y cuando van a actuar se concentran hasta unos 500 para salir de ahí hacia El Paraíso, Cañabraval, Montecarmelo, Vallecito.

Como en otras zonas, el ingreso del paramilitarismo estuvo precedido por operaciones militares y por la acción de las brigadas móviles que se acompañaban de paramilitares e iban obligando a los pobladores a aceptar la presencia paramilitar sopena de morir. Entre las unidades militares que han actuado en el sur de Bolívar se destaca el batallón de Artillería de Defensa Aérea No. 2 Nueva Granada, pero es la Brigada Móvil No. 1 que adelanta operativos contrainsurgentes en la zona, la principal responsable de Crímenes de Lesa Humanidad en esta región en el período 1966-1998. A partir de 1991 se incrementa de manera importante la acción conjunta entre paramilitares y fuerzas militares, que vinculan de forma directa a los hombres de las Brigadas Móviles Nos. 1 y 2, y del Batallón Nueva Granada, así como a los miembros de la Policía. Estas acciones no cesaron durante toda la década y por el contrario, con el paso de los años, fueron más devastadoras.

FUENTE: Proyecto CNM, 2006