PABLO ACUÑA

“Pablito, como le decíamos, era un excelente dirigente, se hacía entender a las mil maravillas de los campesinos, tenía poder de convicción y era muy entregado a su trabajo. No sabía leer ni escribir, por eso algunos de sus compañeros de la ANUC nos dimos a la tarea de enseñarle; en el momento de su asesinato, estaba a punto de dejar de ser analfabeta”.

“Fuimos a Vijagual por su cuerpo, lo trajimos envuelto en sábanas y lo sembramos aquí en Barrancabermeja, dando inicio a la Campaña Nacional de alfabetización Campesina PABLO ACUÑA”.

“El compañero era una piedra en el zapato de terratenientes y autoridades, porque no respetaba tierras ociosas. Dondequiera que hubiesen baldíos organizaba tomas de tierra de hecho, única manera de encontrar trabajo para los campesinos empobrecidos…”.