OTRO ATAQUE DE LAS FARC EN CUNDINAMARCA

Son las 8 de la noche del viernes primero de febrero. Una camioneta Dogde 100, en donde viajan el alcalde de Chaguaní (Cundinamarca), Mauricio Saldaña Angel, y otras siete personas, avanza por la vía entre Vianí y Bogotá. El vehículo, en el que además va el tesorero de Vianí, Orlando Valencia Barrios, se encuentra a pocos metros del sitio Los Pantanos, en jurisdicción de la vereda Balunda.

eltiempo.com
Autor MILLER RUBIO O.
3 de febrero de 1991
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-19036

De repente se encuentran con un campero estacionado en la mitad de la vía. Diez hombres, que visten prendas de uso privativo, bajan del jeep y disparan con fusiles a los ocupantes de la camioneta.

Allí mueren el tesorero, el concejal Carlos Alberto Saldaña Gacharná, y Edgar Humberto Medina Ramírez, Fernando Ayure Bello y Pastor Iván Ayure. Otras tres personas, entre ellas un menor, salen ilesas.

Cinco horas más tarde, a la 1 de la mañana, un grupo de hombres instala dos cargas de dinamita a los lados del puente que pasa sobre la quebrada La Rioja, en la vía Girardot-Tocaima-Bogotá.

Las bases del puente, situado cerca de Apulo, no son afectadas por la explosión. De haber destruido la estructura del puente, Bogotá habría quedado incomunicada con el occidente del país, afirma la Policía Vial. El tránsito de vehículos está restringido.

La Policía atribuye las acciones a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización que en los últimos cuarenta días asesinó a seis policías y a siete civiles en este departamento, realizó dos atentados contra el oleoducto La Dorada-Bogotá, dinamitó dos puentes, voló una torre de energía y atacó las poblaciones de La Virgen, Caparrapí y Vianí, en Cundinamarca.

Un alto porcentaje de estas acciones ha sido realizado por los 120 hombres del grupo Hermógenes Maza, al mando de Delio Antonio Botero, jefe del Frente XXII de las FARC.

La Policía afirman que este frente, con centro de operaciones en San Juan de Rioseco, es el responsable de la toma de dos poblaciones, el asesinato de policías, los atentados al oleoducto y la voladura de dos puentes.

El frente concentra sus acciones en la región de Rionegro, que comprende 13 municipios. Se mueve en la zona integrada por Puerto Salgar, Guaduas, La Palma, La Peña, Yacopí, Topaipí, Caparrapí, Villagómez, Rionegro y Paime.

Además, desde hace un tiempo, este frente se desplaza hacia otras áreas del departamento: la periferia de Anolaima, La Mesa y Girardot, donde ha realizado secuestros y boleteos.

En enero, también, llegaron hasta el kilómetro 71 de la carretera Silvania-Girardot, por donde diariamente transitan cerca de 4.000 vehículos, y el kilómetro 16 de la vía a San Miguel, donde dinamitaron dos puentes.

Según informes de inteligencia de la Policía, otros dos frentes participan en las acciones terroristas de las FARC en Cundinamarca.

Se trata del Frente XI, que tiene 180 hombres y unas 190 armas de largo y corto alcance y se desplaza ocasionalmente desde Boyacá y Santander. Y del Frente XXVIII, integrado por 120 hombres. Su epicentro es en Meta, en la zona que limita con Cundinamarca.

Estos frentes son apoyados por otros grupos que, tras la ocupación de la sede del secretariado en La Uribe, el pasado 9 de diciembre, ingresaron por el sur del departamento a través del páramo de Sumapaz.
Asimismo, según los investigadores, las incursiones van acompañadas de informes de inteligencia aportados por grupos denominados Comandos Comuneros , con centro de operaciones en Bogotá y los municipios del Distrito Especial.

Para las autoridades, estos hechos de violencia protagonizados por las FARC tienen dos objetivos: abrir espacios en donde la influencia insurgente era mínima y tener presencia en zonas en que actuaban las autodefensas. La respuesta El principal escollo de la Policía y el Ejército para frenar las acciones terroristas en el departamento tiene dos causas: la facilidad de los frentes para replegarse a otros departamentos y la falta de colaboración de los campesinos.

Por ahora, las tareas de control están encaminadas a cerrar los espacios que permiten la fácil movilización de los subversivos en las zonas de choque: Caparrapí, La Palma, Yacopí, San Juan de Rioseco, Cambao, La Palma, Ibama, Tudela, Guayabal, Quipile, Topaipí, La Virgen y Jerusalén.

Nosotros tenemos un plan especial en coordinación con la XIII Brigada del Ejército , afirma un oficial de la Policía.

En los últimos días se montaron 22 retenes en las vías Bogotá-Tocaima, Bogotá-Fusagasugá y Bogotá-Cáqueza-Guayabetal.