Los paras le pasaron la segunda cuenta de cobro al Eln por la tragedia de Machuca. Desde el pasado miércoles, un comando armado recorrió tres veredas de Yolombó y asesinó a 13 personas.
eltiempo.com
21 de noviembre de 1998
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Apenas ayer las autoridades conocieron del hecho y empezaron a rescatar los cuerpos de las víctimas. Las autodefensas también dejaron una huella de dolor en Cabuya, un corregimiento de Tame, en Arauca, en donde mataron a una mujer con siete meses de embarazo y a cuatro hombres.
En el otro extremo, en Urabá, las autoridades que llegaron a la finca La Secreta de Pavarandó, en donde los hombres de las autodefensas y las Farc libraron un combate de por lo menos siete horas, encontraron una fosa con cinco cadáveres, muchas huellas de sangre y algunos ranchos quemados.
Ronda en Yolombó
Desde el miércoles, un centenar de hombres recorrió las veredas Pantanillo, Chambucal y Barro Blanco, en donde asesinaron a 13 campesinos.
En esas veredas, en zona montañosa entre Yolombó y Amalfi, operan varios frentes guerrilleros y en los últimos meses, al igual que en todo el nororiente antioqueño, se incrementó la ofensiva paramilitar, con grupos llegados desde el Magdalena Medio, a los que se adjudica las dos matanzas de hace quince días y que dejaron 18 víctimas.
No sabemos qué pasó, si fue un combate contra grupos guerrilleros o un ataque contra la población. Veníamos de una época de mucha calma y esta matanza nos tiene desconcertados , dijo el alcalde (e) de Yolombó, Luis Fernando Restrepo.
Familiares de las víctimas, que en la mañana de ayer llegaron a la cabecera municipal, dieron cuenta del ataque. Las víctimas fueron José Manuel Montoya, Evelio Pérez, Héctor Alvarez, Fernando Hincapié, Ignacio Foronda, Hernán Herrera, Walter Horacio Gutiérrez, Adrián Agudelo, Javier Antonio Sierra y una persona de nombre Juan Carlos.
El jueves habían sido recuperados los cuerpos de Norberto Vélez Castaño, y del conductor Carlos Mario Pérez Ruiz.
Hay denuncias por confirmar sobre la desaparición de por lo menos siete personas en otras dos veredas, cuyas identidades las autoridades tratan de precisar.
Noche de terror
El jueves en la noche, habitantes del corregimiento La Cabuya de Tame, salieron despavoridos para ocultarse en los matorrales cuando veinte hombres llegaron al parque principal disparando al aire y gritando que eran paramilitares.
A esa hora no había luz, pues la planta eléctrica funciona hasta las 9. Después de tomar posiciones, los hombres patearon las puertas de varias casas o las tumbaron con sus fusiles.
Luego se llevaron a Rico Antonio Díaz, Efraín Carvajal, Samuel Silva, Leonor Carrillo y Alicia Ramírez, que tenía siete meses de embarazo, y los asesinaron, confirmó el secretario de Gobierno de Tame, Patrocinio Beltrán.
Los paramilitares conminaron a los ochenta habitantes de Cabuya a abandonar el lugar en menos de 24 horas so pena de regresar y asesinarlos.
Quizá por eso el caserío era ayer un pueblo fantasma. Temerosos, los habitantes del corregimiento, que hace dos semanas participaron en el bloqueo de la Ruta de los Libertadores para exigir su pavimentación, llegaron a la cabecera de Tame.
Los desplazados manifestaron que no quieren volver al pueblo porque sus vidas corren peligro. Cuando nosotros llegamos no había sino unas 10 personas que se venían para Tame, de resto todo el mundo se había ido , señala la personera de Tame, Estela Barbosa.
Recogieron los muertos
Ayer, tres días después de los combates entre guerrilleros de las Farc y paramilitares, tropas de la Brigada 17 del Ejército y una comisión de fiscales llegó a la finca La Secreta de Pavarandó.
Una fosa común con cinco cadáveres, varios ranchos quemados, abundantes huellas de sangre y el cuerpo de un hombre fue el panorama que encontraron.
Parece que cada uno cogió a sus muertos y se los llevó , dijo el comandante de la Brigada, general Martín Orlando Carreño Sandoval. Vamos a seguir trabajando para encontrar más cadáveres , advirtió.
Carlos Castaño, jefe de las autodefensas, admitió que perdió a 19 hombres y abatió a 16 guerrilleros, mientras las Farc dijeron que habían matado a 32 paramilitares.
De acuerdo con información militar, del área de guerra los actores sacaron, al parecer, en lanchas por el río Pavarandó varios cuerpos sin vida.
Silvana Mutti, coordinadora del Comité Internacional de la Cruz Roja en Urabá, que fueron los primeros en hacer presencia en la zona, dijo que la organización humanitaria terminó su labor y que pese a que alcanzó a ver cadáveres no podría precisar con exactitud cuántos fueron.
El número de muertos no importaba para nosotros, nuestra misión era atender a la población civil, a los heridos y ver que los cadáveres encontrados fueran entregados a sus familias , dijo Mutti.
MIEDO POR CRIMENES EN CIENAGA
Sitiados por los paramilitares, la guerrilla y la delincuencia común se encuentran las poblaciones palafíticas y continentales de la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Las incursiones de estos grupos les ha costado la vida a más de siete personas.
La situación obligó ayer a la realización de un consejo extraordinario de seguridad en Puebloviejo con las autoridades civiles, militares y los pobladores.
Estamos viviendo en un estado de zozobra porque no sabemos a ciencia cierta quienes son los que están atentando contra la población civil , sostuvo el alcalde de Puebloviejo, Edelberto Ariza, que advirtió que desde finales de 1997 a la fecha se han presentado más de seis incursiones tanto en la zona rural como en la urbana.
Por otra parte, el municipio de Colosó (Sucre) quedó nuevamente a merced de los grupos paramilitares y guerrilleros que operan en el área de los Montes de María, debido a la partida durante el pasado fin de semana de las fuerzas de orden público que custodiaban a la población.
La denuncia fue hecha por los habitantes de Colosó, quienes manifestaron que existe un temor general en el municipio por una posible incursión de la subversión o de las autodefensas.