Nosotros seremos pobres y humildes, pero no ladrones , reclamaba ayer indignado uno de los habitantes de Mozambique, corregimiento de Vijes, un municipio ubicado a media hora de Cali hasta donde llegó la acción de los paramilitares.

eltiempo.com
4 de octubre de 2000
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Nueve personas, entre ellos el inspector de Policía de Mozambique, fueron asesinadas el lunes en la noche acusados por la Autodefensas Unidas de Colombia de ser delincuentes comunes.

El recorrido mortal comenzó a las 7:10 de la noche del lunes cuando hombres armados tocaron a la puerta de la humilde vivienda donde residía, Jair Cuetía, de 36 años, quien desde hace 13 años era el inspector de Policía de esa localidad.

Los hombres le dispararon frente a sus padres y a su esposa Leidy Johana, quien guardaba la esperanza de que él le ayudara a criar a su pequeña de once meses de nacida.

Los campesinos de la región aseguran que luego de que se enteraron de la muerte de Cuetía informaron a las autoridades, pero nunca llegaron, tal vez porque derrumbes en la carretera principal hacen que la ruta para llegar al corregimiento sea de una hora y media.

Esto le dio tiempo al grupo Calima de las AUC a llegar a 20 minutos del lugar hasta la casa del agricultor Rosendo Guzmán, de 43 años, quien fue asesinado pese a las súplicas de su esposa Ayda Lidia Gómez.

Nadie sabía quiénes eran, solo se distinguían hombres encapuchados y uniformados que en la fachada de las casas visitadas pintaban consignas de las AUC.

El grupo se movilizaba en una camioneta Toyota, que le hurtaron al campesino Víctor Rubio, de 55 años, a quien habían asesinado horas antes. Familiares recuerdan que Rubio comía junto con su hijo Maximiliano, de 24 años, su esposa, en el momento en que las puertas de la casa fueron violentadas. Losi parasi amarraron a la mujer en una de las habitaciones, mientras mataban a los dos campesinos. El grupo pasó después por la vereda de Ocaché, a media hora de Mozmabique, y allí asesinaron a cinco miembros de una familia.

Los uniformados mataron en la sala de la casa a Manuel Samboní, agricultor; a su hijo Alirio, de 22 años; a Vitelio, de 24, y a Eduardo, de 30 años, estos dos últimos dedicados a trabajar en las chivas de la vereda.

En la misma casa, el comando armado también mató a Esteban Diomelí, de 28 años, casado con María Oliva, una hija de Manuel Samboní.

Un niño resultó herido cuando los paras intentaban entrar por la fuerza a la vivienda de esta familia, aseguraron los familiares. En medio de la angustia, mujeres y niños, que fueron encerrados en las alcobas, trataban de escapar por las ventanas. Claudia Patricia Diomelí no entiende aún por qué mataron a su hermano. En Vijes hay incertidumbre por la arremetida paramilitar, pues es la primera vez en toda su historia que se conoce de una masacre.

Las autoridades iniciaron investigaciones para tratar de establecer los móviles del múltiple crimen.

Presencia paramilitar en el Valle El accionar de los paramilitares en el Valle del Cauca deja en 14 meses, desde su aparición en el centro del departamento, unos 215 muertos.

La cifra, que no incluye la acción registrada el pasado lunes en el municipio de Vijes, ha generado el desplazamiento de más de diez mil personas que huyen de sus parcelas para preservar sus vidas, según un informe de la Red de Solidaridad.

Diversas veredas han sido literalmente abandonadas por sus pobladores en Tuluá, Buga, San Pedro, Sevilla, Jamundí y Buenaventura.

Este último municipio ha sido el más afectado con la presencia de las autodefensas en el Valle. Desde el 11 de mayo cuando fueron asesinadas siete personas los paras han realizado cinco masacres, en las que han muerto 52 campesinos.