NELSON DE JESÚS ZAPATA, UNA PERSONA MUY HUMANITARIA…

Testimonio de Análida Toro Sepúlveda, hermana del docente asesinado Nelson de Jesús Zapata.

TIRÁNDOLE LIBROS A LAS BALAS
Memoria de la violencia antisindical contra los educadores de Adida, 1978-2008
Investigación realizada por la Escuela Nacional Sindical (ENS) y la Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA)
Medellín, 2011

Nelson de Jesús Zapata, oriundo de Medellín, amante de los viajes y la cocina, era maestro por cobertura y tenía 41 años cuando fue asesinado, en el año 2007. Llevaba en ese momento tres años como docente en Chigorodó, a cargo del aula especial.

Nelson fue una persona que se forjó solito, tenía varias carreras universitarias. Desde niño éramos muy humildes y él salió adelante. Era licenciado en educación especial, conocía el lenguaje de señas para la comunicación con sordo mudos. Todo el tiempo se la pasaba estudiando y trabajando. Nelson era una persona muy humanitaria, si le tocaba quitarse la comida de la boca para dársela a alguien, él lo hacía. Le tocaba el corazón ver tanta pobreza de la gente.

A él le caía bien todo el mundo, el que lo saludara. Cuando se montaba en un bus o en un taxi para irse a Medellín, entablaba conversa con el chofer, con los que estaban al lado. Como que no tenía estratos sociales ni nada, con todo el mundo era muy amable, le gustaba que le conversaran. Cuando no tenía a nadie al lado para hablar como que se sentía aburrido, siempre buscaba la forma de armar la recocha, de buscar las personas para que hablaran con él.

El aula del niño especial en Chigorodó se hizo por gestión suya. Donde le dijeran que había un niño especial, él iba y lo recogía. Se iba hasta las comunidades indígenas y se traía gente de allá a estudiar. ¡Venga, venga para que estudie! ¡Usted está muy joven, hágale¡, les decía. Tenía un carisma increíble para llegarle a la.

Antes de que lo asesinaran él estaba muy contento porque el alcalde le había aprobado un proyecto para ampliar el aula especial. Ahí solamente había niños con incapacidades auditivas o síndrome de Down, entonces decidió abrirla también para enseñar el lenguaje de señas porque él tenía esa formación; él cumplía con todos los requisitos que exigía el aula porque él era educador especial, psicólogo, tenía formación en lenguaje de señas. Pero entonces necesitaban más personal con formación en la misma área para poder tener atención a las demandas. Con la muerte de él el proyecto se cayó, porque ya no era lo mismo. El aula empezó a funcionar el año pasado pero no ha sido igual, la abren y los niños no van, entonces la cierran un tiempo, y así.

Hubo mucha dificultad con esa aula porque conseguir una persona con el perfil que Nelson tenía es muy difícil. De hecho hoy tenemos una señora que es psicóloga únicamente. En cambio él fue psicólogo y educador especial, tenía todo el perfil para esa aula.

Su muerte causó mucho dolor en el pueblo, nos quedamos aterrados. Recuerdo es que la iglesia se llenó, mucha gente nos acompañó, era increíble, hubo reportajes, fue televisado y todo.

Nelson dejó una hija… “Yo era como la hija de él, porque él me reconoció, me dio el apellido desde los cuatro meses, y hasta que tenía 13 años, que él falleció, fue mi papá del todo… Si el estuviese conmigo hubiera seguido estudiando y no tendría la niña”.1

1. Testimonio de Laura Cristina Zapata, hija del docente asesinado Nelson de Jesús Zapata.