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16 de abril de 1992
Treinta y dos militantes del movimiento Esperanza, Paz y Libertad (EPL) se refugiaron ayer en las sedes de esta organización en Turbo y Apartadó, a raíz de amenazas contra su vida. Esta situación se suma al asesinato de 30 trabajadores y dirigentes del movimiento político EPL, desde la reinserción de 640 excombatientes en la región de Urabá hace un año. Además se vienen presentando secuestros y extorsiones.
Según el grupo político, los crímenes y amenazas son cometidos por los disidentes del EPL que son dirigidos por Francisco Caraballo. Los activistas, veinte de Apartadó y doce de Turbo, afirman que no existen garantías para sus vidas en la zona bananera.
Los compañeros están refugiados por físico miedo. Son en su mayoría trabajadores, dirigentes sindicales y miembros de los comités obreros, que se encuentran boleteados y amenazados por los miembros de la disidencia que dirige Francisco Caraballo, dijo Teodoro Díaz, miembro de la dirigencia regional del movimiento.
Según Díaz, el asilo de miembros del movimiento EPL se viene presentando desde hace ocho días, cuando fue muerto José Orlindo Serna, escolta del dirigente Antonio Cáceres, pero se agudizó esta semana con el asesinato del miembro del comité municipal de Chigorodó, Prisciliano Velásquez, el pasado martes.
Aunque el viernes pasado una comisión del Gobierno Nacional se desplazó hasta la zona para conocer de cerca la problemática, no se planteó una respuesta inmediata a la difícil situación que viven los ex combatientes del EPL.
En esa reunión se decidió la realización de un foro regional, pero no se concretó fecha ni lugar.
Ayer el movimiento EPL en Urabá recibió la confirmación de la visita a la zona del consejero presidencial para la Seguridad Nacional, Ricardo Santamaría, quien dialogará con la dirigencia del movimiento y adoptará medidas que conduzcan a conjurar la situación.