MEDELLÍN: 1.200 MUERTOS EN 60 DÍAS

Grupos armados no identificados han cometido nueve matanzas en los últimos dos meses en Medellín. En el mismo lapso han sido asesinadas 1.200 personas en esa ciudad. No obstante la abrumadora cifra, no hay un solo detenido por esta ola de crímenes colectivos que mantiene indignada y estupefacta a la ciudadanía.

eltiempo.com
28 de febrero de 1991
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-33066.

En menos de 48 horas fueron asesinados 16 muchachos, entre ellos dos escolares que murieron a balazos en el salón de clases, y un profesor.

La última masacre ocurrió ayer, cuando fueron asesinados cinco jóvenes drogadictos. Horas antes, nueve muchachos habían sido muertos a bala frente a una piscina.

Los comandantes de la Policía y de la Cuarta Brigada del Ejército rechazaron cualquier vinculación de la Policía con los crímenes y dijeron que investigan dos hipótesis: que detrás esté el brazo armado del narcotráfico o que se trate de enfrentamientos entre bandas de sicarios.

Ser joven en Medellín y reunirse con sus amigos a conversar en una esquina, puede resultar mortal.

Al menos así lo demuestran los sucesos de los últimos dos meses. Ayer ocurrió la matanza número 15 en Antioquia y la novena en Medellín, en menos de sesenta días. En el sector El Coco, del barrio La Floresta, fueron acribillados a bala cinco jóvenes.

Se elevó así a 81 el número de muchachos asesinados en dos meses en las matanzas, y a 1200 la cantidad de personas muertas en diferentes hechos en Medellín.

La situación ha llegado a tales extremos que solamente en las últimas 24 horas se registraron dos matanzas que dejaron 14 muertos. Además, fueron asesinados dos estudiantes de quinto de primaria dentro del salón de clases y un profesor fue muerto a bala a una cuadra de su sitio de trabajo.

El río de sangre se extiende por todos los barrios, sean de comunas populares o no.

Según los vecinos del sector El Coco, en el barrio La Floresta, de un vehículo particular descendieron cuatro hombres armados que vestían prendas militares, sacaron a cinco jóvenes de sus casas y los asesinaron frente a un muro del barrio, en la esquina de la calle 49 con la carrera 89.

El caso tuvo las mismas características que otros tantos aquí: Luego de unos segundos, durante los cuales se escucharon sólo ráfagas de metralla y el rechinar de las llantas del carro en el que huyeron los asesinos, cinco cadáveres quedaron en el piso.

Los muertos de ayer eran jóvenes desempleados, drogadictos, dijeron habitantes del sector. Fueron identificados como Elsa María Bermúdez Sepúlveda, Luis Alfonso Vásquez, Jaime Bedoya Bedoya y los hermanos Horacio Albeiro y Alvaro Augusto Muñoz Gutiérrez.

El hecho ocurrió sólo doce horas después de otra matanza en el barrio Tricentenario. Allí, nueve muchachos, con edades entre 18 y 34 años, que descanzaban alrededor de la piscina de esa unidad residencial del norte de Medellín, fueron víctimas de las balas de desconocidos.

Una vez más el dolor de decenas de familias y el desconcierto de las autoridades civiles y militares que no atinan a descifrar el enigma que rodea estos asesinatos.

Las versiones van y vienen como las balas de los pistoleros. Que fueron las milicias populares; que los autores son grupos clandestinos dedicados a la limpieza de la ciudad y a borrar de indeseables las calles de Medellín; que las matanzas obeceden a retaliaciones de la Policía contra grupos de sicarios que han asesinado a cerca de 300 agentes en los últimos 15 meses. O que se trata de venganzas entre grupos de sicarios que se disputan el territorio de la ensangrentada ciudad.

Ninguna de las versiones ha sido comprobada. Tampoco hay detenidos.

El alcalde Omar Flórez Vélez dijo ayer que en la ciudad se ha institucionalizado una cultura de la muerte y existen enemigos agazapados de la vida y de la paz .

El martes, cuando el carro que transportaba a los periodistas de EL TIEMPO hasta el escenario donde murieron asesinados dos estudiantes de primaria en el barrio Santa Cruz, de la comuna nororiental, asomó en la esquina de la escuela donde fueron baleados dos menores, los parroquianos que a esa hora se encontraban en la calle se esfumaron en fracciones de segundo. Temían que se tratara una vez más de los hombres que quitan la vida , como dijo temeroso un vecino del sector.

Medellín está de nuevo convertida en escenario del terror y sus habitantes son presa del pánico colectivo y la incertidumbre.

Ante los rumores callejeros sobre la vinculación de la Policía con las matazanzas, el Procurador Regional de Antioquia, Juan Guillermo Sepúlveda, dijo que en su despacho no reposa ninguna denuncia contra los organismos de seguridad por su presunta participación en esos hechos.

Por su parte, el Comandante de la Cuarta Brigada, Brigadier General Gustavo Pardo Ariza, dijo que la comunidad tiene que entender que los facinerosos se disfrazan para atentar contra la comunidad y pisotear la imagen de la institución .

Ayer, mediante una llamada anónima al noticiero de la cadena Todelar en Medellín, un hombre se identificó como integrante del grupo Robocop y reivindicó las masacres de El Tricentenario y La Floresta.

El anónimo dijo que el grupo estaba integrado por ciudadanos de bien que nos cansamos de ver cómo las autoridades no actúan contra los delincuentes .

Por su parte, los habitantes del barrio Santa Cruz, en la Comuna Nororiental, expresaron su preocupación por la existencia de un panfleto del llamado Grupo Amable de Medellín en el cual amenazan con asesinar a todas aquellas personas que estén al margen de la ley .

Los asustados vecinos del sector hablaron también de la presencia de personas extrañas que se identifican como miembros de las Milicias Populares, que van a determinadas residencias y luego de preguntar por alguien de la familia, le dan un plazo de ocho días para que cambie o se vaya del barrio. En caso de no obedecer, dicen los desconocidos, lo matarán.

En tanto, los planes gubernamentales para erradicar el sicariato y la violencia avanzan sin mayores resultados. El promocionado Plan de Acción Social y la Consejería Presidencial para Medellín, cumplieron un año sin que la comunidad conozca sus frutos.

ANTIOQUIA: 15 MATANZAS EN DOS MESES

Enero 4: Asesinados cinco mineros en el corregimiento Porce, municipio de Santo Domingo.
Enero 10: Acribilladas en Itagí a seis personas que departían en una esquina.
Enero 13: Hallados dentro de un vehículo los cadáveres de cinco jóvenes en el municipio de Andes.
Enero 22: Cuatro ganaderos fueron asesinados en el municipio de San Luis.
Enero 23: Hallan seis cadáveres en un paraje del municipio de Copacabana.
Enero 29: Baleados seis jóvenes en un lote del barrio La Toma, al oriente de Medellín.
Febrero 1: En un salón de billares del barrio La Milagrosa, oriente de Medellín, acribilladas seis personas.
Febrero 3: Asesinados cuatro hermanos dentro de su casa en la vereda Galicia de Rionegro.
Febrero 6: En el barrio El Mirador de Bello fueron asesinados cuatro jóvenes.
Febrero 12: En el barrio de invasión El Salado, asesinados seis jóvenes que antes habían sido sacados de sus casas.
Febrero 21: Muertos cuatro campesinos en Cañasgordas.
Febrero 23: Acribilladas cuatro personas en el barrio París.
Febrero 24: En la plaza minorista de Medellín, asesinadas seis personas.
Febrero 26: En la urbanización Tricentenario asesinadas nueve personas.
Febrero 27: En el barrio La Floresta, abaleadas cinco personas.

REACCIONES

Jorge Ernesto FERRERO ECHEVERRI Coronel Descartó los rumores de la ciudadanía sobre la participación de la Policía en las masacres. Son solo campañas de desinformación. Por parte de la institución existe un control sobre sus hombres que también han puesto sus víctimas y conservan, a pesar de ello, muy en alto su moral y espíritu de servicio. Las masacres son investigadas. Es así, como se trabaja con varias hipótesis. Entre ellas, el narcotráfico y los enfrentamientos entre bandas de sicarios de distintos barrios. También se investiga el origen de unos volantes que circulan en la ciudad y que se han tornado preocupantes .

Gustavo PARDO ARIZA Comandante de la IV Brigada Sobre los presuntos vínculos de las Fuerzas Armadas con la serie de asesinatos colectivos, dijo: la ciudadanía tiene que entender que los facinerosos se disfrazan y atentan contra la comunidad y ultrajan la imagen de la institución.

María EMMA MEJIA Consejera Presidencial para Medellín La ola de violencia obedece a la situación de desarticulación y anarquía que hoy viven todas las fuerzas que se han generado en los distintas comunas de la ciudad como el sicariato y los grupos de autodefensa. Pero esta actitud tiene un trasfondo y es la carencia de educación y la falta de oportunidades.

La Consejería está buscando establecer una mayor relación entre el estado y la población civil, para lograr en forma de diálogo y no de confrontación armada las discuciones. Es necesario crear posibilidades para armarle un futuro a estos jóvenes que lamentablemente nunca lo han tenido.

Pero en Medellín también hay otro trasfondo y son los jóvenes que están actuando y que tienen una serie de realizaciones que hay que mostrar. Ellos tienen un espíritu de superación y una dinámica propia. Eso es lo que queremos fortificar para mostrarlos como actores protagónicos.