Ocho personas fueron asesinadas ayer en Barrancabermeja, durante la incursión de un grupo paramilitar, que recorrió las calles del nororiente de esta ciudad y entró a distintos establecimiento buscando a sus víctimas.
eltiempo.com
1 de marzo de 1999
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Todo empezó a las cuatro de la tarde, cuando entraron al pueblo dos camiones llenos de hombres al mando de un sujeto que la comunidad identificó como un paramilitar apodado El Panadero, que hace unos años fue conocido como guerrillero, Los camiones llegaron hasta el barrio Provivienda en el nororiente de Barranca, donde se realizaba un bazar. Allí asesinaron a una persona y dejaron a dos gravemente heridas.
Luego dos cuadras más abajo asesinaron a otra persona y tomaron la vía al corregimiento El Llanito. En el camino se encontraron a un taxista y a un motociclista a quienes también asesinaron.
Minutos después ingresaron a un bailadero llamado El Rancho, donde mataron a otras dos personas. Más adelante, a 500 metros, detuvieron a una persona y la asesinaron. Según informaron las autoridades, uno de los heridos murió horas después en el hospital.
Los dos camiones siguieron por la carretera hacia Puerto Wilches y eran perseguidos por una tanqueta de la Policía. Los automotores tuvieron que parar en un retén del Ejército, donde los hombres se identificaron como miembros de la Fiscalía. Minutos después, cuando la policía llegó al retén, y preguntó si habían visto pasar los camiones, las autoridades se dieron cuenta del engaño.
Las autoridades tratan de confirmar la versión de que los paras se habrían llevado en sus camiones a otras siete personas.
La Policía de Barrancabermeja identificó a los ocho asesinados como Oscar Ríos, William Rojas Zuleta, José Darío Hernández, Wilson Sánchez (un soldado que estaba de permiso), Orlando Forero, Leonardo Guzmán Martínez (cajero de un banco), César Manuel Barroso e Israel Ariza Ochoa.
El secretario de gobierno de Barrancabermeja, Juan Carlos Sierra, repudió los hechos y dijo que hasta el momento ninguna organización se ha atribuido la masacre.
El funcionario anunció para las primeras horas de hoy la realización de un consejo de seguridad para analizar la situación de orden público del puerto petrolero. Además pidió cordura a la comunidad y a los miembros de la Unión Sindical Obrera, Uso, que en la actualidad negocian su convención colectiva con Ecopetrol.
Sierra dijo que espera que en esta oportunidad no se paralicen las actividades en el puerto petrolero, como ocurrió el 16 de mayo pasado, cuando fueron asesinados siete jóvenes y desaparecidos otros 25 en los barrios nororientales de esa ciudad.
En esa ocasión un grupo de 30 paramilitares llegó a un bazar que se realizaba en el barrio Divino Niño y con sus pistolas automáticas y fusiles se llevaron a los 32 jóvenes señalándolos de pertenecer a las milicias urbanas del Eln. De los retenidos sólo aparecieron siete cadáveres.
Días más tarde, el 4 de junio, el entonces consejero presidencial, José Noé Ríos, reveló una comunicación de los paramilitares de Santander en la que confirmaron que las otras 25 personas retenidas habían sido muertas e incineradas tras realizarles un juicio por sus presuntos nexos con redes urbanas del Eln y una fracción disidente del Epl.
Ríos aclaró que el Gobierno no tenía cómo confirmar ese hecho y hasta la fecha la suerte de esas personas sigue siendo un misterio.
Por esa masacre la Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos en diciembre pasado contra cuatro miembros del Ejército, tres de la Policía, y dos del Das.
En concepto de la Procuraduría los implicados prestaron un comportamiento negligente dentro de su servicio al eludir las responsabilidades propias de sus funciones.