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Itinerario de los victimarios según estructura militar: Otras unidades del Ejército
Nació en Pácora (Caldas) en 1940. En 1971 tenía el grado de Capitán y se encontraba vinculado al Batallón Galán. En 1972, entre enero y mayo adelantó curso de Oficial de Inteligencia Militar.
En 1977 tenía el rango de Mayor. El 3 de enero de 1979, la médica Olga López Jaramillo y su hija Olga Helena Roldán López, de 5 años, fueron torturadas luego de ser detenidas, hacia las 4 a.m. , durante allanamiento a su vivienda, por miembros de la Brigada de Institutos Militares BIM, en Bogotá. El Mayor Gutiérrez Isaza, ayudante de campo del Comandante de la Escuela de Infantería, instalaciones de la BIM, al referirse a las torturas y maltratos a que eran sometidos los detenidos que se encontraban en la guarnición militar afirmó: ”si es necesario que los militares violemos la Constitución y las leyes para evitar que unos h.p criminales acaben con este país, no quepa la menor duda de que estamos dispuestos a hacerlo”.
Un año mas tarde, 1980, Gutiérrez Isaza fue alumno de la Escuela Superior de Guerra, al termino de la cual fue ascendido a Teniente Coronel, según el decreto 3183 del 28 de noviembre de 1980; ese mismo año recibió la condecoración Orden al Mérito Militar José María Córdova, en el grado de Oficial, mediante el decreto 1923 del 21 de julio de 1980. Durante los años de 1981 y 1982 se desempeño como Comandante del Batallón de Policía Militar No. 4.
En el Barrio Belén-Rincón en Medellín (Antioquia), el 26 de mayo de 1982, Gustavo Albeiro Muñoz Hurtado fue detenido por unidades de Policía militar. Desde esa fecha, Gustavo Albeiro Muñoz permanecería siempre desaparecido, hasta el 4 de julio de 1982, cuando su cadáver fue hallado en cercanías a Sahagún (Córdoba). Días antes de la detención-desaparición, unidades militares realizaron varios allanamientos en el Barrio Belén Rincón e indagaron por Gustavo Albeiro Muñoz Hurtado. En los archivos de la IV Brigada, fueron hallados un informe de inteligencia (RESIN No. 22) y un oficio (No. 1470/BR4/BAPOM/S2/212) del Comandante del Batallón de Policía Militar, Oficial Gutiérrez Isaza, donde se registra la captura de Muñoz Hurtado por efectivos de esa unidad.
En 1982 recibió la condecoración por Servicios Distinguidos en Orden Público, por primera vez, según el decreto 3218 del 12 de noviembre de dicho año. Al años siguiente, 1983, regresó a la Escuela Superior de Guerra.
En 1984 fue designado director de la Escuela de Artillería, allí fue condecorado con la Orden al Mérito Militar Antonio Nariño, en el grado de Comendador, mediante el decreto 1719 de dicho año. Al año siguiente fue instructor invitado de la Escuela de las Américas en el Fuerte Benning de los Estados Unidos, según decreto 3148 de 1984. A su regreso fue ascendido a Coronel según el decreto 3455 del 26 de noviembre de 1985.
En 1986, se encontraba vinculado al Batallón Palagua, entonces participó en las torturas y tratos crueles a que fueron sometidos los socios de la finca La Mundial (que había sido propiedad de la familia de Álvaro Uribe Vélez), luego de una negociación que llevó a que esta fuera entregada a los trabajadores.
En 1987 recibió la condecoración medalla por servicio al mérito del Gobierno de los Estados Unidos, según el decreto 1590 de 1987.
Fue nombrado jefe del Estado Mayor de la III División en 1988, allí la Gobernación del Valle del Cauca le condecoró con la medalla Joaquín de Caicedo y Cuervo, mediante los decretos 632 y 633 de 1988. Fue enviado como adjunto Militar de la Embajada de Colombia en los Estados Unidos del 16 de julio de 1988 al 31 de julio de 1989, según decreto 834 de 1988. En 1990 fue ascendido a Brigadier General, mediante decreto 28 31 del 23 de noviembre de dicho año.
Entre noviembre de 1991 y noviembre de 1992, se desempeñó como Comandante de la XIV Brigada. Por este tiempo, exactamente entre el 1 de junio y el 25 de agosto de 1992, los paramilitares Diego Luis Cataño Hernández, Diego Alexander López Salazar, Milton Martínez Plata y José Alirio Ulloa Triana, miembros de apoyo de la Red de Inteligencia Nº 7 de la Armada con sede en Barrancabermeja (responsable de por lo menos 70 crímenes en el Magdalena Medio), fueron desaparecidos, torturados y asesinados en Puerto Parra. El 4 de junio, el Oficial Gutiérrez Isaza, admitió ante los familiares que las víctimas habían sido detenidas porque “existía una orden de captura de un Juzgado”; también les dijo que lamentaba lo ocurrido y que les ayudaría a buscar los cadáveres.
ANÁLISIS DE IMPUNIDAD
El Juzgado 50 de Instrucción Penal Militar inició las diligencias preliminares por la desaparición de Muñoz Hurtado, y archivó el caso el 14 de septiembre de 1982. Al aparecer el cuerpo de Muñoz Hurtado, el Juzgado Segundo Superior de Montería (Córdoba) inició un proceso por homicidio y oyó en indagatoria al Oficial Gutiérrez Isaza el 14 de mayo de 1983. El proceso pasó a la Jurisdicción Penal Militar (Sumario 850 Juzgado 12 de Instrucción Penal Militar), donde este Oficial fue sobreseído definitivamente el 2 de septiembre de 1985. La Procuraduría Delegada Para las Fuerzas Militares inició una investigación por este mismo hecho, las cual fue archivada dos veces sucesivamente, sin que se formularan cargos contra el Oficial Gutiérrez Isaza.
Por la detención, desaparición, torturas y asesinato cometidos contra Diego Cataño, Diego Alexander López, Miltón Martínez y José Ulloa, en ningún momento de la investigación disciplinaria se vínculo al proceso al Brigadier General Gutiérrez Isaza.