MARÍA EUGENIA CASTAÑEDA GRANDA, DESAPARECIDA POR EL ESTADO HACE 25 AÑOS

Por Nelson Lombana Silva
Ibagué, septiembre 15 de 2010
http://nelsonlombana.wordpress.com/2010/09/15/maria-eugenia-castaneda-granda-desaparecida-por-el-estado-hace-25-anos/

La compañera, María Eugenia Castañeda Granda, su verdadero nombre era Carmenza Perdomo Yasno, destacada por el secretariado de las FARC – EP, para coordinar diversos eventos relacionados con el surgimiento de la Unión Patriótica, UP, en el marco de los diálogos y acuerdos suscritos entre el gobierno nacional de Belisario Betancur Cuartas y el grupo insurgente, fue brutalmente detenida, torturada, violada y desaparecida hace exactamente 25 años, cuando se preparaba a todo vapor el primer congreso nacional de la UP y ella regresaba de los Llanos Orientales.

El 13 de septiembre de 1985, fue detenida por miembros del ejército nacional en Usme, Bogotá, trasladada, al parecer, a la escuela de Artillería comandada entonces por el teniente coronel, Rafael Hernández López, quien hace parte del segundo expediente por el holocausto del Palacio de Justicia, ocurrido los días 6 y 7 de noviembre de 1985, en su condición de general retirado, junto al también general retirado del ejército, Carlos Alberto Fracica. Los dos generales fueron llamados a rendir indagatoria por la fiscal delegada ante la corte suprema, Ángela Buitrago, por el crimen del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán Rojas, quien al parecer salió con vida y luego apareció muerto con un tiro de gracia en el edificio un día después de la retoma de las fuerzas militares, según imágenes reveladas por el Noticiero Uno. [1]

Al parecer, allí fue torturada, violada y en precarias condiciones remitida a la sexta brigada, batallón Jaime Rooke con sede en Ibagué, Tolima, donde fue desaparecida. Una familiar relata los hechos de la siguiente manera: “Carmenza Perdomo Yasno, regresaba de un taller electoral de la Unión Patriótica que se estaba realizando en los llanos orientales, a la entrada de Bogota, mi sobrina fue detenida por miembros del batallón de Artillería en jurisdicción del municipio de Usme, de allí la trasladaron a la sexta brigada de Ibagué, me enteré de la desaparición de mi sobrina por medio de unos afiches con la foto de ella que habían pegado militantes de la Unión Patriótica en la calle 19 y en el centro de Ibagué denunciando la desaparición, no pude salir a colocar denuncios por la desaparición de mi sobrina porque a mi también me estaban buscando por ser familiar de Carmenza Perdomo”.

Agrega: “Mi hijo Gilberto al darse cuenta de la desaparición de su prima inició la búsqueda, primero fue a la brigada a preguntar por ella, allí le mostraron un cuaderno con la supuesta firma de ella donde constaban que la habían dejado en libertad, a pesar de que mi sobrina conocía la ciudad nunca llegó a la casa. Mi hijo después de ir a la brigada y no encontrarla inició una búsqueda por las veredas cercanas a Ibagué sin ninguna noticia de su prima. Posteriormente nos informaron que la habían visto por Chaparral con el ejército, que éste la mantenía con los ojos vendados, fuimos a Chaparral a buscarla pero no obtuvimos ninguna información”.

Continúa el desgarrador relato: “La Unión Patriótica al ver la desaparición de Carmenza le asignó al doctor Pedro Nel Jiménez para que investigara sobre el caso de la desaparición de mi sobrina, mi hijo Gilberto y un hermano de Carmenza que se llama Iván les tocaba prácticamente hacer de escoltas del doctor Pedro Nel acompañándolos a las diligencias por el grave peligro que corría. Al doctor Jiménez lo asesinaron el 1 de septiembre de 1986 pues él estaba investigando casos de homicidios y desapariciones de militantes de la Unión Patriótica entre estos el de Carmenza Perdomo y el doctor ya le había pasado al Procurador General de la Nación de la época nombres de agentes del ejército y la policía que habían participado en el secuestro y desaparición de mi sobrina”.

En el marco del primer congreso nacional de la Unión Patriótica, se produjo la resolución número 001, mediante la cual se denuncia la detención y desaparición de la compañera María Eugenia Castañeda Granda por el batallón de Artillería. De allí, fue trasladada a la sexta brigada, en las dependencias del batallón Jaime Rooke. Señala la resolución que al indagar allí por la dirigente política, la respuesta fue que había sido puesta en libertad el 17 de septiembre de 1985, pero testimonios afirman que la vieron con el ejército los días 20, 24 y 2 de octubre.

En este comunicado el congreso nacional exige al presidente de la república, al ministro de defensa y al comandante de la sexta brigada la libertad inmediata de la líder de la UP. De igual manera, solicita al Procurador General de la Nación, a la Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos Humanos para que actúen y la vida de la compañera sea respetada. Pero, todos esos esfuerzos resultaron inútiles porque la compañera nunca regresó, ni viva ni muerta, desapareció de las garras de un Estado intolerante, violento contra el pueblo colombiano. Tal como le sucedió a la compañera María Eugenia Castañeda Granda, les sucedió a miles y miles de colombianos y colombianas que soñaron con la paz con justicia social y la esperanza que encarnaba el movimiento político Unión Patriótica, UP. Asesinatos que siguen ensombreciendo la historia martirizada de nuestra patria, sin una respuesta consecuente y real por parte del Estado. 25 años después la memoria de la compañera sigue vigente en la conciencia de los revolucionarios y las revolucionarias de Colombia. Una célula del partido comunista en el Tolima lleva su nombre Aún se clama justicia para que su magnicidio no quede en la impunidad. En verdad, por la memoria de la compañera Castañeda Granda, ni un minuto de silencio…unidad, organización y acción popular porque otro país esposible.

[1] Tomado de EL ESPECTADOR, sección Judicial, 31 de agosto de 2010 10 p.m.