LUIS FELIPE VÉLEZ HERRERA, HÉCTOR ABAD GÓMEZ Y LEONARDO BETANCUR

TIRÁNDOLE LIBROS A LAS BALAS
Memoria de la violencia antisindical contra los educadores de Adida, 1978-2008
Investigación realizada por la Escuela Nacional Sindical (ENS) y la Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA)
Medellín, 2011

Dentro de los contextos en que se enmarca la violencia contra Adida para esa época, se resalta el asesinato de LUIS FELIPE VÉLEZ HERRERA, presidente de Adida, y de los líderes sociales y defensores de derechos humanos HÉCTOR ABAD GÓMEZ y LEONARDO BETANCUR, ocurridos el 25 de agosto de 1987, por su connotación para el sindicato, las organizaciones sociales, los derechos humanos, la ciudad y el país. El asesinato de Luis Felipe Vélez sucedió luego de que fuera objeto de repetidos señalamientos por parte de miembros de las fuerzas militares, que lo vinculaban con organizaciones armadas de izquierda (específicamente con el EPL), y de recibir múltiples amenazas contra su vida. Al momento del crimen contaba con 33 años de edad, de los cuales los últimos siete fueron para él “una difícil travesía entre el incansable trabajo sindical diurno, las clases nocturnas en la Universidad, y las amenazas contra su vida, que sintió hasta la médula en todas partes y a toda hora”.1. Las amenazas las recibió en diferentes formatos. Cuando no era una voz anónima, era el papel intimidador adornado con un ataúd; incluso el señalamiento oficial, público y directo como miembro del Ejército Popular de Liberación efectuado por el Comandante de la IV Brigada, según nota que publicó el periódico El Mundo en su edición del 7 de mayo de 1986, página 11, que titula: “El presidente de Adida es guerrillero del EPL”.

Al presidente de Adida lo asesinan al frente de la sede del sindicato en horas de la mañana. En horas de la tarde, durante el sepelio del directivo, son asesinados Abad Gómez y Leonardo Betancur, defensores de derechos humanos.2

Voceros de la Junta Directiva de Adida denunciaron la proliferación de amenazas contra la vida de maestros activistas en todo el territorio antioqueño, principalmente en las zonas donde existían mayores problemas de orden público, como Urabá, Magdalena Medio, Bajo Cauca, Nordeste y el mismo Medellín. Carlos Arturo Higuita, vicepresidente de Adida, argumentó que las amenazas contra los miembros del sindicato arreciaron después del asesinato de Luis Felipe Vélez.

En este periodo la denominada “guerra sucia” contra líderes sociales y políticos crece con cifras escandalosas. En Antioquia, en referencia al Comité para la Defensa de los Derechos Humanos y sus integrantes, después de la muerte de Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur son asesinados Luis Fernando Vélez, en diciembre de 1987; Carlos Gónima, miembro de la Unión Patriótica, asesinado en febrero de 1988; y Gabriel Jaime Santamaría, Presidente de la Asamblea de Antioquia y dirigente de la Unión Patriótica en el departamento, asesinado en octubre de 1989 en su oficina en La Alpujarra.

1 El Mundo, “Un crimen que hace sentir a muchos la muerte más cerca”, Nº 3010. Medellín, miércoles 26 de agosto de 1987, p. 7.

2 En el libro El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince (2006), el autor relata su vivencia sobre el asesinato de su padre y de los otros dos líderes sociales ultimados, y menciona cómo la investigación adelantada en el expediente 319 del Juzgado Primero de Instrucción Criminal se archivó años después sin ningún resultado, sin detenidos, sindicados o claridad alguna sobre los hechos. Además, cita un apartado del libro publicado por Carlos Castaño, jefe de las AUC, en donde confiesa el crimen de estos 3 líderes y de otros más que hacían parte del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Antioquia, y en donde dice, con relación a estos homicidios, que se dedicó a anularles el cerebro a los que en verdad actuaban como subversivos de ciudad. Tal selección evitó ejecutar menos gente al apuntar donde es. Finalmente, el jefe de las AUC relata que estos asesinatos políticos eran ordenados por un grupo al que él llamó el Grupo de los Seis.