LOS BANANEROS DE URABÁ – PARO Y MOVILIZACIÓN POR EL DERECHO A LA VIDA

La respuesta de los trabajadores a la nueva escalada asesina del sábado 4 de julio. Tenso ambiente en las negociaciones.

VOZ
Julio 9 de 1987

A menos de un mes de votada la huelga en cerca de un centenar de fincas bananeras en la región del Urabá antioqueño estalló el paro el pasado 6 de julio. Pero no propiamente a consecuencia del petitorio unificado que las organizaciones sindicales negocian desde principios de año con los patronos de Augura. Fue un paro de 48 horas por el derecho a la vida y contra el accionar de los grupos paramilitares.

El sábado 4 fueron asesinados de manera orquestada y siniestra otros 3 trabajadores bananeros y resultaron heridos de consideración 4 más en diferentes sitios de Apartadó y Medellín. Dos de los muertos hacían parte del comité negociador por los sindicatos, en tanto tres de los heridos son reconocidos dirigentes de Sintagro y Sintrabanano.

La orquesta y orgía de sangre del sábado

Cinco fincas de Apartadó fueron visitadas casi al mismo tiempo por individuos fuertemente armados, quienes procedieron a ejecutar el siniestro plan. La primera víctima, Juan Esteban Hernández, de la finca “La Esmeralda”, se desempeñaba como negociador por Sintrabanano.

En la finca “Churidó”, dejaron un trabajador muerto a quien no pudimos identificar al cierre de esta edición. Igualmente resultaron heridos Raúl Higuita y los hermanos Santander y Wilfredo Puerta, miembros estos últimos del comité obrero de “La Estela”, en tanto otro trabajador de “El Casco”, fue remitido a un hospital de la capital antioqueña.

Y hacia las horas de la noche del trágico sábado cayó frente al hotel Citará, en el puro centro de Medellín, Narciso Mosquera de Sintrabanano, quien se desempañaba como negociador de los trabajadores por el grupo Banacosta y quien de manera por demás extraña fue remitido por la Policía a medicina legal como N.N., cuando ellos mismos decomisaron sus documentos de identificación.

30 muertos durante las negociaciones

En lo que va corrido del año y desde cuando se iniciaron las negociaciones con los trabajadores unificados, que tanto malestar ha causado a empresarios y comercializadoras, 30 obreros sindicalizados han perecido víctimas de las torturas y el plomo de organismos paramilitares como el denominado Muerte a Revolucionarios de Urabá; se encuentran amenazados todos los negociadores y asesores de los asalariados y han volado en dos oportunidades la sede de Sintagro en Apartadó