LA PERSECUCIÓN CONTRA LA UP EN EL MUNICIPIO DE RIONEGRO

PROYECTO COLOMBIA NUNCA MAS ZONA 5ª
Segunda Parte – Sectores sociales atacados: Militantes de partidos y movimientos políticos de oposición

Con la aparición de la UP en el escenario político de Rionegro, el grupo político Insurgencia Liberal, creado a comienzos de los ochenta, liderado por el Representante a la Cámara y lugarteniente del municipio Tiberio Villarreal Ramos, vio amenazada la estabilidad de su poderío y promovió la conformación del paramilitarismo en el municipio coadyuvado por la fuerza pública. Como lo señalaba el mismo representante en una entrevista, “Por ningún motivo se podía aceptar a los intrusos. Si aparecía la violencia no se haría nada por evitarla”. La población del municipio, la primera afectada, empezó a sentir los rigores de la presencia militar en distintas zonas de la comprensión municipal y se convirtió en víctima potencial de “Insurgencia Liberal” y la fuerza pública. Un panorama más oscuro le esperaba a los concejales, activistas y simpatizantes de la UP que comenzaron a ser perseguidos y ultimados en el período previo a las elecciones de 1986, persecución que se prolongó hasta el período de 1989, año en el que los miembros de esta alternativa política fueron erradicados de la población.

Las primeras víctimas se presentaron en 1985 durante la tregua entre las FARC y el gobierno, donde las guerrillas adelantaron un trabajo político con miras a las elecciones de 1986. Los guerrilleros en tregua fueron perseguidos, asesinados o desaparecidos al igual que los campesinos que se atrevían a apoyarlos. Este es el caso de los campesinos ERNESTO CASTRO CHAPARRO de 60 años, su esposa ANA FRANCISCA RODRÍGUEZ DE CASTRO y JOSÉ ANTONIO CASTRO NARANJO y de dos guerrilleros en tregua, RICAURTE GONZÁLEZ y OTRO sin identificar, pertenecientes a las FARC-EP, quienes fueron asesinados el 3 de enero de 1985 por miembros de la Brigada V del Ejército en la Inspección de Llano Palma, municipio de Rioegro, Santander.

Cinco meses después el turno fue para el Concejal electo de la UP JOSÉ EUGENIO PINILLA ÁNGEL, asesinado por tres agentes de la Policía el 26 de junio de 1986. Los tres hombres llegaron a la casa de José Eugenio y le expresaron “estar investigando arbitrariedades cometidas por agentes del Estado”. Lo invitaron a subir al campero Viasa de placas OA 4907 para ir a dialogar con las personas que habían sido víctimas de atropellos por parte de la Policía, por lo que José Eugenio accedió a ir con ellos. Dentro del vehículo acribillaron al dirigente político y arrojaron su cuerpo a la carretera.

En los meses posteriores al asesinato de José Eugenio, los habitantes que se atrevieron a votar por la nueva opción política “fueron presionados a volver al redil. Varias juntas de acción comunal localizadas en zonas donde la UP había tenido apoyo, se encontraron sin ningún tipo de recursos o auxilios de la administración municipal, la intención inicial de esta entidad fue la de castigar a los desleales”.

En los meses previos a las elecciones de 1988, la fuerza pública y los miembros de Insurgencia Liberal adelantaron una campaña de estigmatización contra el trabajo político de la UP, afirmando que “la subversión comunista quería tomarse el poder”, estas afirmaciones sumadas a las múltiples amenazas contra sus militantes impidieron que pudiera lanzarse un candidato de la UP a la Alcaldía de Rionegro. En los barrios y veredas donde la UP tenía adeptos, estas personas quedaron señaladas y fueron constantemente perseguidas, primero por la fuerza pública y después por los sicarios y paramilitares. A pesar de la intimidación sufrida por la población, la UP logró elegir a tres Concejales en el municipio. Empero, los deseos de los poderes locales por debilitar a la oposición continuaron; dos semanas antes de la jornada electoral del 13 de marzo de 1988, las persecuciones y amenazas de muerte contra los dirigentes de la UP se concretaron; el 25 de febrero, el candidato al Concejo Municipal en representación de la Unión Patriótica PASCUAL ROJAS fue asesinado y otro DIRIGENTE fue herido en un atentado perpetrado por sicarios que se movilizaban en moto, en plena plaza del pueblo. El hecho fue denunciado por la Unión Patriótica, que acusó directamente a Tiberio Villarreal como “uno de los jefes paramilitares de Santander”.

La respuesta de don Tiberio y los paramilitares ante las acusaciones fue la ejecución de otro asesinato. El 27 de diciembre de 1988 hacia las 6:30 p. m., los campesinos y militantes de la UP EUCLIDES, ALONSO y MARIO GUERRERO fueron asesinados por un grupo de hombres en la Inspección Departamental San Rafael. Los hombres, que vestían prendas militares (traje de fatiga) llegaron hasta la vivienda de la familia Guerrero y asesinaron a sus habitantes. Para finales del año la UP había perdido gran parte de su presencia en la población, su fuerza se había debilitado y se encontraba a la defensiva y en retirada, pues ya eran muchas las víctimas y pocas las posibilidades de subsistir. La última agresión de los paramilitares contra los activistas de la UP en el municipio de Rionegro se realizó el 13 de febrero de 1989, día en que PABLO CASALLAS TRUJILLOS fue asesinado por un grupo de hombres que llegaron a su residencia, ubicada en la Inspección Departamental San Rafael y le dispararon, dejándolo gravemente herido. Pablo murió posteriormente en el Hospital González Valencia.

FUENTES:
Itinerario de la represión y la violencia institucionalizadas CPDH. Denuncia realizada por Antonio Chaparro Vega ante el Procurador
Regional de Bucaramanga, el 7 de mayo de 1987. Boletín Informativo Justicia y Paz, volumen 1, número 4.
CPDH. Itinerario de la represión y la violencia institucionalizadas, 1986.
LEAL BUITRAGO, Francisco y DÁVILA, Andrés. Clientelismo, el sistema político y su expresión regional. Tercer Mundo Editores,
IEPRI, 1990, Op Cit. p. 193/194.
Denuncia presentada por Antonio Chaparro Vega ante el Procurador Regional de Bucaramanga, 7 de mayo de 1987.