VOZ La verdad del Pueblo
Octubre 1983
El país se conmovió la semana pasada con las denuncias escalofriantes que hicieron los sacerdotes Jorge Mira Balbin y Gabriel Yepes Yepes, párrocos de Segovia y Remedios respectivamente. Precede esta estela de sangre el crimen cometido en la humanidad de Gilberto Gallego, dirigente comunista y concejal de la UNO en Segovia, el 28 de julio pasado.
La matanza de campesinos y mineros, en un total de 22, se efectúo entre los ríos Manila, Puna, Tamar e Ité y en “Cañaveral y Bodeguitas” en la región nordeste de Antioquia.
Los asesinos
El párroco de Remedios, Gabriel Yepes Yepes, señaló que “el capitán Jorge Valbuena Barriga, comandante del Batallón Colombia en la zona, fue el director y ejecutor del siniestro plan. El salio de Segovia con tres carros en la noche del 2 de agosto, y a las 3 de la mañana apareció con sus 33 hombres en “Cañaveral”, lugar donde se describieron las primeras masacres. Agrega mas adelante que “32 o 33 entraron con uniformes en los carros, después se vistieron de civil. Iban con machetes y botas nuevas, y cuando mataron se pusieron de nuevo los uniformes”.
Las victimas
En “Cañaveral”, el 4 de agosto fueron hallados masacrados 6 campesinos y la denuncia la hizo Esmar Agudelo, un minero que hacia parte del grupo que escapo herido del lugar. Un día después fueron muertos otros 3 campesinos. El 6 de agosto, en un sector llamado San José fueron encontrados muertos y amarrados tres campesinos más. Dos días después aparecieron en la región de Mulatos otros dos campesinos. Más arriba se encontraron asesinadas 6 personas más. Los cadáveres fueron exhumados en septiembre por delegados de la Procuraduría General de la Nación. Después de estos asesinatos, cerca del río Puna mataron a dos campesinos más. Ese mismo día, cerca de la carretera a “Cañaveral”, a 30 kilómetros de Segovia, murió macheteado Eduardo Pino Madrid de 28 anos”.