VOZ
Quincena del 11 al 24 de Noviembre de 1998
http://www.nodo50.org/voz/111198/111198-8.htm
En el ínforme de Amnistía Internacional sobre desapariciones forzadas y homicidios políticos se relata: “En 1,978 se tuvo constancia por primera vez de la existencia en Colombia de los sombríos “escuadrones de la muerte”, que amenazaron a los abogados de los presos políticos y a los miembros de la Corte Suprema de Justicia que emitieron opiniones contrarias al Estatuto de Seguridad Antiterrorista, promulgado ese mismo año.
A partir de 1.980, a medida que empezaba a disminuir el número de detenidos políticos, Amnistía Internacional fue recibiendo cada vez más informes de tortura y homicidio de campesinos en las zonas de conflicto; esas torturas y homicidios las cometían las fuerzas de contrainsurgencia del Ejército colombiano y los grupos paramilitares que colaboraban con ellos. Al mismo tiempo aumentó significativamente el número de “desapariciones”.
El uso de la desaparición forzada para eludir la responsabilidad del Estado fue descrito por el ex-procurador general de Colombia Carlos Arrieta Padilla de la siguiente manera: “Sus autores trazan con premeditación el inter criminis, no dejando rastro, huella o evidencia alguna que permitan establecer las circunstancias que rodearon el hecho; se ampara calculadamente la impunidad y se aprovecha el temor de los familiares y testigos que les impide denunciar directamente la desaparición, prefiriendo hacerlo a través de terceros; todo lo cual conduce a que la investigación sea ciertamente difícil frente a este tipo de violación de derechos humanos”.
La situación es tal, que en 1.985 se constituyó formalmente la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Colombia (ASFADDES), que venía trabajando desde 1.982. El primer hecho que la motivó a actuar fue la desaparición de 14 estudiantes de la Universidad Distrital en 1.982.
En 1.998 se han registrado 39 casos de desaparición forzada. Según ASFADDES de 1.995 a 1.997 fueron registrados 74 casos. Veamos los casos de 1.998: John Jairo Restrepo Cadavid,25 de febrero; Nelson Jesús Gómez Cárdenas en Medellín,31 de marzo.Jessica Andrea Castañeda en Bucaramanga, 27 de abril. Manuel José Gallón en Medellín,30 de abril, 25 desaparecidos en Barrancabermeja, 16 de mayo. Reinaldo Duque Zapata en Remedios, Antioquia, 9 de julio.Juan Fernando Aristizabal en Medellín, 13 de julio.Heladio Penagos en Cundinamarca, 10 de agosto. Luis Hernando Medina, 12 de agosto. Alberto Giraldo,Leonel García y Carlos Arturo Arias en Medellín, 13 de agosto.
La desaparición forzada en Colombia se institucionaliza como política represiva contra opositores, a partir del 10 de septiembre de 1.977, con la desaparición de Omaira Montoya, barranquillera con tres meses de embarazo; bacterióloga y militante de izquierda a manos de agentes del Estado.
