JAIRO ROBERTO MONCAYO PASCUAZA

MOVICE Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado
Memorias de la represión: Persecución al movimiento estudiantil en el departamento de Nariño (http://movimientodevictimas.org/~nuncamas/images/stories/pdf/movimiento%20estudiantil%20en%20el%20departamento.pdf)

Jairo Roberto Moncayo Pascuaza nació en diciembre de 1975 en la ciudad de Pasto, cursaba décimo semestre de sociología en la Universidad de Nariño y “desarrollaba trabajo con las comunidades en situación de desplazamiento, de igual manera coadyuvaba en tareas propias del fortalecimiento y ayuda en defensa de los derechos humanos, proyectos y programas con la vicepresidencia de la república con Redepaz y la Defensoría del Pueblo, en las comunas con juventudes en conflicto y líderes comunitarios, de igual manera Jairo Roberto estaba inscrito en el programa de protección a sindicalistas, líderes sociales y defensores de Derechos Humanos del Ministerio del Interior” (Informe de violaciones de los DDHHH a los estudiantes de la Universidad de Nariño, presentado ante la CIDH y la ONU. 2003).

Jairo fue “el primero de tres hijos de doña Anita Pascuaza, mujer trabajadora a través de la cual Jairo conocería la precaria realidad de la región nariñense, pues ella se desempeñaba como secretaria de usuarios campesinos, actividad que le permitió a Jairo desarrollar una sensibilidad especial hacia los sectores vulnerables y una conciencia de organización social a muy tempranas edades.

Cursó su primaria en el colegio La Inmaculada, parte de la secundaria la cursó en el Liceo de Bachillerato de la Universidad de Nariño y el Colegio Ciudad de Pasto ocupando los primeros puestos en la actividad académica.

Jairo en su juventud hizo parte de la JPC, Jóvenes por Cristo, organización que bajo su liderazgo transformó su tradicional actividad de apostolado, en la medida en que Jairo junto con los jóvenes de su barrio, llevó a cabo proyectos en beneficio de los mas necesitados como por ejemplo a través de actividades recreativas en el ancianato el perpetuo socorro y la implementación de un lugar especial para la rehabilitación de drogadictos.

De igual forma a través del deporte, en especial la lucha olímpica – actividad de la cual fue subcampeón nacional en el campeonato nacional de Bucaramanga- Jairo logro rehabilitar a gran parte de la juventud de su barrio, lo que le generó el amor y respeto de sus amigos y la credibilidad por parte de los más allegados en cada una de sus acciones.

Como estudiante de Sociología fue intachable, buen alumno y un crítico polémico y acertado en lo referente al papel de la Universidad pública en el desarrollo de la sociedad colombiana.
Desde el primer semestre de Sociología empezó a mostrar interés en la organización estudiantil como forma de trabajo y lucha, en donde su facilidad de expresión, su claridad frente a la problemática del país y del departamento lo destacó como un líder nato.

Como líder del movimiento político estudiantil Radicales Libres, RL, Jairo llevo a cabo reivindicaciones académicas y sociales, que a la par con el trabajo social realizado de forma individual, fueron factores que incidieron en su formación como un sujeto político integral, como un hombre capaz de una gran sensibilidad hacia la población más necesitada, en especial hacia la población víctima de desplazamiento forzado con quien trabajó los últimos años de su vida y de quien se ganó un cariño especial.

Jairo Moncayo se destacó por su bravura y su tenacidad en la lucha social y estudiantil, su humildad y su entrega le llevó a ser escuchado por diversos sectores, su compromiso despertó respeto en sus amigos, su amistad incondicional sembró para siempre su recuerdo, su fuerza y su sonrisa en nuestras memorias” (Descripción realizada por un integrante del Grupo Estudiantil Radicales Libres. Septiembre de 2006).

“Jairo desarrollaba trabajo con las comunidades en situación de desplazamiento, de igual manera de coadyuvaba en tareas propias del fortalecimiento y ayuda en defensa de los derechos humanos, proyectos y programas con la vicepresidencia de la república Redepaz, Ong, la Defensoría del Pueblo, en las comunas con juventudes en conflicto y líderes comunitarios…”

El 16 de septiembre de 2003, JAIRO ROBERTO MONCAYO PASCUAZA fue asesinado por paramilitares. Los agresores le propinaron a Jairo 3 impactos de arma de fuego en inmediaciones del barrio San Felipe, frente a la iglesia de este mismo nombre. Dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta Yamaha cilindraje 125, le hicieron tres disparos que le produjeron la muerte instantánea. Luego de asesinarle uno de los sicarios le esculcó sustrayéndole un diskette con información reservada acerca de desplazamientos forzados en la región. Después de dispararle, los agresores se llevaron unos documentos que Jairo portaba, así como el celular. El día del sepelio, la ciudad de Pasto se encontraba militarizada y durante el transcurso de la marcha de estudiantes, profesores, sindicalistas, desplazados y todos aquellos que se sintieron afectados por este crimen, fueron víctimas de provocaciones y burlas por parte del ESMAD.

El Ministerio del Interior, ante amenazas realizadas a varios líderes estudiantiles desde el año 2000 proporcionó aparatos de comunicación móvil como medida de seguridad provisional. Dentro de este programa a JAIRO ROBERTO le otorgaron un celular y esquema de seguridad con el Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S. y la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron “Bajo el amparo de la Seguridad Democrática”, política estatal enarbolada por Uribe, que lejos de garantizar el bienestar de la población nariñense, puso de manifiesto como avanza con mayor vehemencia el rostro de la muerte en el departamento de Nariño. De tal manera, el asesinato de Jairo Moncayo evidenció el recrudecimiento de la persecución a los dirigentes sociales y estudiantiles.

En el año de 2003 se presentó para su aprobación el proyecto de Acto Legislativo 02 de 2003 conocido como Estatuto Antiterrorista, proyecto que aún sin ser aprobado ya se estaba implementando, y en el caso de la Universidad Pública significó el recorte de libertades democráticas y la criminalización de la protesta popular y estudiantil. También en este periodo se empezaron a sentar las bases del “proyecto de alternatividad penal”, que después se conocería como ley de Justicia y paz, la ley del culto a la impunidad.

Otro aspecto nacional anterior a la muerte de Jairo Moncayo y que se debe tener en cuenta, es la participación del movimiento estudiantil en la CAMPAÑA DE ABSTENCIÓN ACTIVA CONTRA EL REFERENDO, “el 25 de octubre de 2003, se realizó un proceso de reforma a la constitución política, mediante la utilización de un referendo en el cual el gobierno perdió. En dicho proceso se constituyeron en todo el país comités de Abstención Activa los cuales contaron con una importante participación del Movimiento estudiantil el cual tuvo como objetivo, concienciar al conjunto de la población colombiana sobre los efectos negativos del referendo en caso de ser aprobado: Los cuales serian la disminución en pesos constantes a la Universidad y congelación de salarios al personal docente. Durante la campaña de Abstención Activa el movimiento Estudiantil impulso iniciativas de movilización y de rechazo que ocasionaron que muchos estudiantes fueran golpeados, judicializados y amenazados” Informe situación de derechos humanos de los estudiantes colombianos y miembros de la Juco del periodo 2001-2004. Secretaria de Derechos Humanos Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios A.C.E.U. 27 de febrero de 2004).

En Nariño, la situación de violación de derechos humanos se elevaba a cifras inimaginadas y el problema del desplazamiento se agravó en Pasto, como municipio receptor; debido a esta situación las organizaciones sociales y populares vieron la necesidad de afianzar un trabajo concreto en materia de derechos humanos y fue entonces cuando resurgió el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos – Nariño, del cual Jairo entró a hacer parte.

Jairo adelantaba su trabajo de grado alrededor de la problemática del desplazamiento forzado. Por antonomasia, también era defensor de los Derechos Humanos. “A escasos días de las sahirientes declaraciones del Presidente de la República Álvaro Uribe Vélez, en las que se refirió a los defensores de los Derechos Humanos como “…Politiqueros al servicio del terrorismo, que cobardemente se agitan en la bandera de los derechos humanos, para tratar de devolver a Colombia al terrorismo…”, se produjo el asesinato de JAIRO ROBERTO defensor de Derechos Humanos, a manos del brazo paramilitar de este Estado autoritario. Los defensores de las garantías fundamentales se preguntan ¿qué se puede esperar del resto de los colombianos si el primer mandatario ya ha colocado una siniestra lápida en cabeza de los activistas y ONGs de Derechos Humanos?” (Informe de violaciones de los DDHHH a los estudiantes de la Universidad de Nariño,presentado ante la CIDH y la ONU. 2003)

RESPONSABLES
El victimario de Jairo fue el paramilitarismo, cuyos hombres en más de una ocasión ya habían proferido amenazas contra su vida y la de varios estudiantes, precisamente fueron infiltrados en la Universidad de Nariño varios paramilitares quienes se encargaron de hacer los seguimientos a varios líderes estudiantiles; además en este periodo en la Universidad de Nariño aparecieron panfletos y grafitos firmados por la autodenominada Fuerza Universitaria de Colombia “FUC”, integrante de las Autodefensas Unidas de Colombia Bloque “Mártires de Campamento”.

Jairo en varias ocasiones había sido amenazado, hostigado y detenido arbitrariamente, organismos de la SIJIN indagaron a varios estudiantes sobre sus actividades. Sobre estos hechos, Jairo había presentado la denuncia y por ello estaba adscrito al “Programa de protección” del Ministerio del Interior y de Justicia.

Sin duda alguna el responsable directo del asesinato de jairo Moncayo es el Estado porque a través de sus organismos de “seguridad democrática” institucionales y parainstitucionales había realizado una persecución sistemática en su contra. Sin embargo, por el asesinato de Jairo fueron detenidas tres personas que hoy en día se encuentran en libertad. Por tal razón los estudiantes emitieron una comunicación afirmando que: “Responsabilizamos al Estado colombiano de este asesinato por cinco razones fundamentales:

Primero: por que las amenazas contra su vida denunciadas por Jairo Moncayo nunca fueron escuchadas por los organismos de seguridad.

Segundo: por que el asesinato del compañero se ejecuto en extrañas circunstancias, que comprometen a los organismos de “seguridad y el orden”.

Tercero: Por que los asesinos de Jairo fueron acogidos a injustos beneficios judiciales y posteriormente puestos en libertad.

Cuarto: por la connivencia de la fuerza publica y el paramilitarismo para la ejecución de este y otros asesinatos.

Quinto: por que este crimen es producto de una serie de asesinatos selectivos contra el movimiento estudiantil y social” (Años de Impunidad en el Asesinato de Jairo Moncayo, líder estudiantil y social. Colectivo de Radio Desenfoque (nariño) thursday, sep. 21, 2006 at 8:37 am)

MECANISMOS DE IMPUNIDAD
El asesinato de Jairo Moncayo se efectuó en horas de la noche, a Jairo lo asesinaron por la espalda, después de recibir una llamada que lo llevaría al lugar y hora precisos para que no hubiera testigos del crimen, de manera que no pudiera reconocerse a los victimarios.

A pesar de ello, las investigaciones condujeron a la detención de tres personas que fueron vinculadas con su asesinato pero que hoy ya se encuentran en libertad; sobre los autores intelectuales nunca ha existido responsables ni sanciones. Además de lo ocurrido, para ocultar la verdadera responsabilidad del Estado y minimizar la impunidad sobre el crimen, días después el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, manifestó públicamente en una entrevista televisada que la justicia encontraría a los responsables de su asesinato y que serían sancionados para que estos hechos no vuelvan a repetirse.