IN MEMORIAM – HIGINIO BAQUERO MAHECHA

3 DE OCTUBRE DE 1980 – 12 DE ABRIL DE 2006

CINEP Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política
Noche y Niebla 33 Casos Enero/Junio 2006
http://www.nocheyniebla.org/files/u1/33/04casos_enerojunio.pdf

Una voz para cantar dormido un verso sobre el cual repose el que murió temprano sin que la poesía pudiera hacer una casa a la medida de su corazón.

Palabras para mi amigo muerto Rafael Del Castillo Matamoros

Higinio Baquero Mahecha nació en Granada, Meta, el 3 de octubre de 1980. Hijo de una familia de reconocida trayectoria en la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano (PCC) en el departamento del Meta.

La vida de Higinio transcurrió entre el trabajo en el campo, el ciclismo, su familia y su compromiso político, el cual comenzó a los 12 años de edad, militando en la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) en Lejanías, Meta.

En 1997, él y su familia sufrieron el rigor de la persecución y se vieron obligados a desplazarse a la ciudad de Bogotá. Allí, recomenzaron sus vidas en el desgarramiento, y sobreviviendo al sobresalto, cuando el 22 de julio de 2001, se enfrentaron al asesinato de su padre, Higinio Baquero Roncancio, quien fue asesinado a sangre fría por cuatro hombres armados, haciéndolo ver como un robo.

En octubre de 2000, Higinio ingresó al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), como parte del programa de escoltas de confianza para los miembros y sobrevivientes de la Unión Patriótica y el PCC, fecha en la cual también se integró a la célula de escoltas del PCC, llamada Delio Ortíz, en honor al compañero desaparecido, en octubre de 1999.

Higinio era un hombre silencioso, de mirada fija y profunda. Colaborador y comprometido con todo aquello que lo motivaba, su hogar, su familia y su trabajo. Coherente en su pensar y en su actuar. Invariable, en su temperamento, sincero y respetuoso. Sus palabras estaban llenas de confianza y seguridad para todo aquel que necesitara de un consejo o de una palabra amiga.

De manera constante, pensaba en su esposa y en sus hijos, quienes eran su motivación principal, para seguir adelante. Diligente y dedicado, siempre pensando en grande para poder ofrecerle a sus hijos un futuro mejor. Higinio tenía ansias de vivir y de envejecer al lado de su esposa, quien lo admiraba profundamente, porque a pesar de su corta edad, había demostrado que era un hombre correcto y maduro que había decidido asumir la responsabilidad de formar un hogar con ella.

Su piel se tornó de hierro y su carácter se forjó con el tiempo. Siempre resistiendo a los de venires y a las injusticias de la vida, manteniéndose erguido frente a todo, resistiendo para seguir viviendo, a pesar del miedo, como consecuencia, a la política de exterminio contra los escoltas de confianza.

Higinio ha muerto hoy, dejando un gran vacío para todos aquellos que hicieron parte de su vida, en especial para su familia y sus tres pequeños hijos de seis y tres años, y un bebé de once meses. Y tal como lo expresa su esposa Yancedy: ”Hubiera querido que la vida le alcanzara para seguir con sus grandes propósitos y metas que en verdad valían la pena”.

Te despedimos Higinio, en medio de las lágrimas y la ilusión de que tu muerte no haya sido en vano y que tus hijos puedan tener ese mejor futuro que tanto batallaste para ellos.

Paz en la tumba de nuestro joven compañero.