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Hechos
Víctimas en estos hechos: (Asesinadas: - Desaparecidas: )
El 19 de enero e 2015 el líder social y político, defensor de derechos humanos, CARLOS ALBERTO PEDRAZA SALCEDO, 33 años, desapareció en el barrio Teusaquillo en Bogotá, donde se encontraba para participar a una reunión relacionada con la Comercializadora Agropecuaria El Zipa, proyecto económico del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia.
El 21 de enero su cadaver torturado, con un disparo en la nuca y golpes con armas contundentes fue hallado en la vereda Las Marraneras de Gachancipá, Cundinamarca. Según medicina legal cuando lo encontraron llevaba de 12 a 24 horas de fallecido.
Carlos Alberto era licenciado de la Universidad Pedagógica Nacional, líder cívico-popular del magisterio e integrante del Proyecto Colombia Nunca Más, del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, así como de la Coordinación Regional del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia y del Congreso de los Pueblos, que hace parte de la Cumbre Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular. Dentro de su trabajo destacado en el Proyecto Colombia Nunca Más, se resalta su labor investigativa para el ejercicio de recuperación de la memoria histórica de los crímenes de lesa humanidad atribuidos a agentes del Estado en diferentes zonas del país, el acompañamiento a víctimas y en especial, a la “Campaña permanente contra la brutalidad policial, por la garantía de los derechos humanos y el desmonte del ESMAD”, de la cual hace parte el MOVICE.
Relata la fuente: ''El lunes 19 de enero de 2015, siendo las 3:00 p.m., Carlos Alberto Pedraza Salcedo se trasladó de su casa, ubicada en el barrio Molinos II, de la localidad de Rafael Uribe Uribe en Bogotá, hacia la de Teusaquillo, donde tendría una reunión relacionada con la Comercializadora Agropecuaria El Zipa, proyecto económico del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia. El compañero Carlos se comunicó por última vez con un miembro de su familia, informándole de las actividades que iba a realizar ese día y de su regreso a casa en horas de la noche. Desde ese momento, no se volvió a tener conocimiento de su paradero.
El miércoles 21 de enero de 2015, en horas de la mañana, al parecer integrantes de la Sijin de Gachancipá-Cundinamarca, realizaron llamadas telefónicas a números de contacto de la Comercializadora para lograr ubicar a familiares de Carlos. En la primera llamada mencionaron que encontraron una persona con las características de Carlos, quien tenía entre sus pertenencias varias tarjetas de presentación de la Comercializadora. En la segunda llamada manifiestan que Carlos sufrió un accidente en motocicleta y necesitaban ubicar a un familiar. En la tercera llamada afirmaron que: fue encontrado muerto en los pinos con un golpe en la cabeza. Su cuerpo fue hallado con evidentes signos de tortura y su muerte habría sido causada por golpes en la cabeza con un objeto contundente; el educador tenía todas sus pertenencias al ser hallado muerto y lo único que desapareció fue su teléfono celular. El director del Instituto de Medicina Legal afirmó que: El líder social fue asesinado con un disparo en la nuca; se trató de una muerte violenta producida por proyectil de arma de fuego''. Carlos Alberto también hacía parte de un Sindicato del Magisterio y de una Organización No Gubernamental que denuncia ''falsos positivos''. El cuerpo sin vida de Carlos Alberto fue encontrado en el sector conocido como Las Marraneras, ubicado en la vereda San Bartolomé, jurisdicción de Gachancipá, a 60 kilometros de la ciudad de Bogotá en el departamento de Cundinamarca.
Agrega la denuncia que: “En las últimas reuniones del Congreso de los Pueblos habían evaluado las amenazas recibidas, que involucraban, con nombre y apellido, a tres de los integrantes de su espacio político más cercano. Establecimos rutinas de seguridad para quienes estábamos señalados en los panfletos de las Águilas Negras, pero no definimos que Carlos, a pesar de ser un compañero muy notorio políticamente, debiera alterar su rutina. Pensándolo ahora concluimos que los señalamientos y su asesinato son parte de una misma estrategia, amenazas distractivas para ver cómo se mueve cada quien y terminar golpeando a un miembro del grupo que queda expuesto''.
Fuentes:
- 1-CINEP Programa por la Paz – Noche y Niebla 51 Enero-Junio 2015
