GUSTAVO DE JESÚS MIRA RAMIREZ, UNA PERSONA ANALÍTICA, CRÍTICA…

Testimonio de Margarita Celina Sierra Posada, docente líder sindical de Adida, amiga y compañera del docente asesinado Gustavo Mira.

TIRÁNDOLE LIBROS A LAS BALAS
Memoria de la violencia antisindical contra los educadores de Adida, 1978-2008
Investigación realizada por la Escuela Nacional Sindical (ENS) y la Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA)
Medellín, 2011

Gustavo Mira nació en el municipio de Santa Rosa de Osos. Yo conocí a sus padres y eran excelentes personas, él sentía un profundo cariño por ellos. Contrajo matrimonio con Marleny, otra de nuestras compañeras. De esto no sé mucho realmente, siempre fui muy discreta e indagaba poco en esos aspectos. Pero lo que sí puedo decir es que se distinguía por ser muy activo, dinámico, gran compañero, y un gran amigo.

Trabajamos en el municipio de Sabaneta, él trabajaba en la institución educativa Rafael J. Mejía, donde era profesor de primaria, y yo en la Adelaida Correa. Cuando llegué a Sabaneta él era delegado de Adida, luego en la siguiente elección de delegados él me motivó para que fuera delegada. Desde ahí comenzamos a trabajar en llave. Éramos muy unidos para el trabajo sindical y político, incluso recorríamos todas las instituciones que en ese entonces existían en Sabaneta, y participábamos en todas las tareas y nos repartíamos el trabajo mutuamente. En muchas ocasiones nos tocaba a los dos solitos ser representantes de Sabaneta en la defensa de la educación pública. Incluso participábamos en los paros programados por Fecode o Adida, porque estábamos convencidos de que eso era lo correcto.

Gustavo pertenecía a los comités de base en el magisterio, también al comité de base Luis Felipe Vélez, que también fue asesinado. Gustavo fue un trabajador incansable a nivel político,e igualmente se destacó por ser delegado de Adida por el magisterio de Sabaneta. Fue un hombre con unos principios sindicales y políticos demasiado claros en la defensa de los derechos de los maestros y del pueblo antioqueño. Fue distinguido por ser muy buen compañero, compartía con todos, tenía una calidad humana increíble. Era responsable en su trabajo. Cuando tocaba trabajar en la institución a nivel pedagógico era supremamente puntual; cuando nos tocaba pagar los famosos paros en los días festivos, un sábado, o unas vacaciones, él asistía a la institución donde trabajaba y yo a la mía, y luego de terminadas las labores nos reuníamos. Al fin de semana era un fin de semana que teníamos que recuperar por algo que habíamos hecho, reclamando los derechos de la educación pública y de toda la población.

Gustavo era una persona analítica, crítica, preocupada por la realidad de las condiciones de la educación en el país, y por los derechos de las personas más vulnerables; un apasionado por la docencia, absolutamente entregado a la educación. Los alumnos, niños y niñas, que en ese tiempo estaban es sus aulas eran muy pobres, y la institución no les cobraba la matrícula, ni les cobraba el restaurante. Esa era una de las banderas por las que teníamos fuertes discusiones.

Gustavo casi siempre era el último en salir de las reuniones. En muchas ocasiones yo lo molestaba y le decía que dejara de ser lento, incluso le recogía las cosas y le decía vamos, vamos. El día que lo asesinaron estaba en una reunión de maestros en Itaguí, y al parecer estaba sólo, porque los demás compañeros ya se habían ido. Y fue justamente a su salida cuando cayó en manos de no sé quien… Hasta ese momento el compañero no tenía amenazas, o no que yo hubiese escuchado. Lo cierto es que en esa época él pertenecía al Partido Comunista Marxista Leninista de Colombia. Entendemos que por ser un activista político y sindical fue asesinado Gustavo Mira.

Yo creo que si “tavito” estuviera vivo, en estos momentos estaría al lado nuestro, o de pronto ya jubilado. No sé si estaría activo en la educación o disfrutando de su jubilación, pero eso sí, a nivel sindical y a nivel político creo que estaría al lado de nuestro grupo político, trabajando hombro a hombro en la campaña presidencial de Petro.

Con la muerte de Gustavo se perdió un gran ciudadano, un gran líder. Aunque yo diría que muchas veces los compañeros nuestros mueren pero la lucha continúa. Él nos dio ejemplo en las comunas, en Sabaneta, y creo no equivocarme al decir que los niños y niñas que pasaron por sus aulas, por las manos de él, lo deben recordar y deben tener muy claro ese liderazgo, ese ejemplo que él les daba para que fueran personas pensantes y críticas, no dejadas llevar por lo que les digan simplemente. Creo que muchos de sus alumnos lo deben estar recordando y deben ser personas analíticas, críticas, políticas, no apáticas; deben estar reclamando sus propios derechos en el lugar donde estén.