COLOMBIA NUNCA MAS ZONA 5ª
CUARTO MODELO REPRESIVO: REINGENIERÍA MILITAR Y EXPANSIÓN DEL PARAMILITARISMO, 1991-1995
El departamento de Norte de Santander se compone de 40 municipios, cada uno con especificidades geográficas, económicas, sociales, políticas y culturales, que sin embargo, comparten algunas similitudes.
Además de considerarse una zona de gran importancia geoestratégica debido a su condición de frontera con Venezuela y por la existencia de yacimientos minerales que hacen que grandes proyectos de capital nacional y extranjero pongan sus ojos sobre esta región, el Norte de Santander es un departamento heterogéneo en todos los aspectos, desde su geografía hasta su configuración social y política. El departamento está conformado por 40 municipios, los cuales ocupan una extensión de 22.637 kilómetros cuadrados del total del territorio nacional.
A partir de 1982, se registran en la zona acciones encubiertas por parte del Ejército y la Policía; bajo la fachada de MAS -Muerte a Secuestradores se presentaron muchos crímenes en Ocaña, Convención, El Tarra, San Calixto y Teorema. Otros crímenes se presentaban como acciones de Los Tunebos; la Sociedad de Amigos de Ocaña, SAO (que también adquirió el nombre de Los Ovejos), MACO (Muerte a Comunistas), COLSINGER, RAMBO.
Hacia medidados de los noventa hicieron presencia en la zona las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, las Autodefensas Campesinas del Nororiente Colombiano Bloque Santander con presencia en Cúcuta; las Autodefensas Campesinas del Catatumbo o Autodefensas Campesinas del Oriente Colombiano.67 grupos comenzaron a amenazar y a perseguir a todo aquel que consideraran amigo o difusor del comunismo y de los ideales de izquierda, personas y organizaciones entre las cuales se encontraban defensores de Derechos Humanos, trabajadores hospitalarios, periodistas, propietarios de emisoras, profesores, dirigentes cívicos y comunales, campesinos de la región, quienes sufrieron gran cantidad de señalamientos, persecuciones, desapariciones, torturas y asesinatos, siendo acusados y señalados en su mayoría como pertenecientes o simpatizantes de grupos insurgentes como las FARC, el ELN o el EPL, sin que tales acusaciones tuvieran fundamento. El tipo de violencia que ejercieron los paramilitares se realizó principalmente por medio del asesinato selectivo, el cual generalmente se antecedía de señalamientos y persecuciones contra las víctimas y se ejecutaba mediante el empleo de “listas negras”.
En relación con la actividad militar en Norte de Santander, dos unidades en especial tuvieron directa incidencia en la ejecución de los crímenes y actos de hostigamiento que sufrió la población a causa de los militares: el Grupo Mecanizado No. 5 “Hermógenes Maza”, y una estructura que hizo presencia efímera en la zona: la VIII Brigada Móvil (normalmente ubicada en Armenia) y su Batallón Rook. Cada una de ellas a su manera implantó métodos de control extremos y de sometimiento sobre la población en general. Para garantizar la impunidad de los crímenes, varias de las víctimas aparecían como “guerrilleros muertos en combate”.
En forma mayoritaria, el Grupo Mecanizado No. 5 “Hermógenes Maza” es la unidad militar que ha sido encargada de operar en la mayor parte del territorio nortesantandereano y ha concentrado su accionar en la región del Catatumbo, hacia Tibú. En esta zona, incluyendo la Provincia de Ocaña, además del Grupo “Maza”, actúa también el Batallón de Infantería No. 15 “General Santander” y anteriormente el Batallón de Contraguerrillas No. 50 “Palo Negro”, reemplazado por el Batallón Plan Vial y Energético No. 10 “José Concha”. Por su uniformidad táctica, los militares tienen similitud en su operatividad sin importar a qué cuerpo castrense pertenecen.
Otra de las unidades militares responsable de los crímenes cometidos en la región es el Batallón 46 “Héroes de Saraguro”, con sede en Tibú. Esta y las demás estructuras a las que hemos hecho mención han sometido a los habitantes de la región a una represión sistemática, cuyo foco principal ha sido el campesinado. No obstante, la población urbana poco a poco se ha convertido en otro de los epicentros de la arremetida militar y de las estructuras paramilitares, las cuales operan con la aquiescencia y permisividad de la fuerza pública que hace presencia en el departamento. A continuación se registrarán algunos de los Crímenes de Lesa Humanidad ocurridos en el departamento de Norte de Santander enfatizando en la persecución contra los pobladores rurales, el sector popular y los sectores marginados. Los otros sectores sociales atacados se registrarán en el apartado correspondiente a sectores sociales.